Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Con el inicio del nuevo año, Hollywood se prepara para dar la bienvenida a una de las ceremonias más esperadas de la temporada: la 82ª entrega anual de los Globos de Oro. En este evento, donde la moda y el glamour se entrelazan, las celebridades desfilan por la alfombra roja, presentando no solo sus talentos, sino también sus elecciones estéticas, que se convierten en un reflejo de la cultura contemporánea. En este contexto, la figura de Kate Young, galardonada con el premio al Mejor Estilista en los WWD 2025 Style Awards, se alza como una de las más influyentes en la creación de estos poderosos momentos de moda. Young, quien ha trabajado con algunas de las actrices más renombradas de la industria, comparte que la evolución del estilismo en Hollywood ha sido dramática desde que comenzó su carrera en 2010. En sus inicios, la mayoría de las celebridades no contaban con estilistas dedicados. La labor de Young consistía en coordinar la obtención de vestidos prestados y colaborar con joyeros como Neil Lane para completar los looks. "Era más un proceso de preparación para una fiesta que lo que es hoy", recuerda. Sin embargo, la transformación ha sido palpable, y ahora el estilismo es una profesión de tiempo completo que abarca una variedad de eventos, desde alfombras rojas hasta giras de prensa. La preparación para eventos como los Globos de Oro ahora se inicia con meses de anticipación, y las casas de moda han establecido equipos de relaciones públicas dedicados que trabajan codo a codo con estilistas para crear looks únicos. Young menciona que, en su experiencia, los Globos de Oro presentan un desafío particular, ya que se celebran al final de una temporada de moda, lo que significa que la disponibilidad de diseños frescos es limitada. A menudo, los estilistas deben navegar por una mezcla de vestidos que no funcionaron en otros desfiles y nuevas ideas surgidas en los desfiles de alta costura que ocurren justo antes de los Oscar. Además de la atención que se presta a las elecciones de vestuario, Young destaca cómo las alianzas entre celebridades y diseñadores han cambiado. Hoy en día, las actrices no solo visten prendas icónicas, sino que también se convierten en embajadoras de marcas, lo que crea una dinámica diferente en las elecciones de moda. "Desarrollar looks para clientes que tienen contratos y relaciones con las marcas se ha vuelto esencial", explica Young, quien se considera parte del equipo de marketing que envuelve a sus clientas en un "paquete visual identificable". La visión de Young no solo se centra en la estética, sino también en la funcionalidad de las prendas en un mundo donde la imagen lo es todo. La estilista enfatiza la importancia de que un look se vea bien en fotografía, ya que la mayoría de los eventos de alfombra roja están diseñados para ser vistos por millones a través de las lentes de los fotógrafos. Esta prioridad por la imagen se traduce en una búsqueda constante de crear momentos memorables que resuenen más allá de la realidad inmediata. En los últimos años, el "método de vestir" ha cobrado popularidad, donde las celebridades asumen roles específicos en sus apariciones públicas, especialmente en giras de prensa. Aunque Young ha explorado esta técnica, tiene "sentimientos complicados" al respecto. Para ella, la moda debe ser un reflejo auténtico de la individualidad, y prefiere crear looks que representen a las mujeres tal como son, en lugar de disfrazarlas. Las consideraciones políticas también juegan un papel importante en el trabajo de Young, quien reconoce que a menudo sus clientas buscan expresar mensajes a través de su elección de vestuario. "La moda tiene el poder de crear ilusiones", afirma, y subraya que cada cliente tiene su propia personalidad y estilo que deben ser reflejados en sus elecciones de vestuario. En términos de su propio estilo personal, Young tiende a alejarse de lo excesivamente femenino y prefiere siluetas limpias y minimalistas. Menciona algunos de sus looks favoritos de los Globos de Oro a lo largo de los años, como el vestido rojo de Bottega Veneta que Julianne Moore lució recientemente. Esta atención al detalle y a la calidad de la confección es un sello distintivo de su trabajo, donde el equilibrio visual es primordial. A medida que se acerca la fecha de los Globos de Oro, la presión y la emoción se intensifican. Young recuerda un incidente de hace 20 años, cuando un vestido que había preparado resultó ser demasiado pequeño. A pesar del estrés de esos momentos, cada experiencia le ha brindado lecciones valiosas que alimentan su enfoque innovador en la moda. "Cada vez aprendes de tus errores", reflexiona, subrayando que el mundo del estilismo es un constante proceso de aprendizaje. Finalmente, Young enfatiza la importancia de la moda como un reflejo del espíritu del tiempo y de lo que es relevante en la cultura actual. "Realmente me importa la moda, lo que se siente nuevo y emocionante", concluye. Su dedicación a representar a cada mujer en su mejor versión no solo resuena en la alfombra roja, sino que también establece un estándar para futuras generaciones de estilistas y amantes de la moda. En este sentido, la temporada de premios se convierte en un escenario donde no solo se celebran los talentos artísticos, sino también la creatividad y la expresión personal que cada atuendo aporta.