La inteligencia de EE UU capta una conversación entre funcionarios iraníes que indica que los ataques fueron menos devastadores de lo esperado

En un contexto marcado por la tensión geopolítica, el reciente bombardeo de instalaciones nucleares en Irán por parte de Estados Unidos ha suscitado un intenso debate sobre la efectividad y las consecuencias de la operación militar, conocida como "Martillo de Medianoche". La última edición de The Washington Post ha revelado información que contradice las afirmaciones contundentes del presidente Donald Trump, quien proclamó que las instalaciones habían sido “total y completamente pulverizadas”.

La interceptación de una conversación entre funcionarios iraníes de alto rango ha sido el foco de atención. Según este informe, la devastación provocada por los ataques aéreos fue considerablemente menor de lo esperado por Teherán, lo que plantea interrogantes sobre la efectividad real de la operación militar. Las fuentes citadas por el diario apuntan a que, aunque las instalaciones de Fordow, Natanz e Isfahán sufrieron daños, el programa nuclear iraní no está tan comprometido como se había anunciado.

La respuesta de la administración Trump ante estas revelaciones ha sido defensiva. Si bien no han negado la existencia del informe, minimizan su importancia, argumentando que los funcionarios iraníes están errados en sus evaluaciones. Este desacuerdo ha llevado a un intercambio retórico entre las partes, donde la Casa Blanca califica la información como “demasiado preliminar” para ser considerada válida.

Además, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el jefe del Estado Mayor, el general Dan Caine, han defendido la operación, asegurando que los objetivos fueron alcanzados con éxito. Sin embargo, su mensaje ha estado marcado por un tono político que parece buscar desviar la atención de los aspectos más críticos del daño infligido a las instalaciones nucleares.

El uso del término "obliterated" por parte de Trump, que sugiere una demolición total, ha sido objeto de discusión. Mientras la administración se aferra a este lenguaje, los expertos en energía nuclear, como Rafael Grossi, director de la Agencia de Energía Atómica de la ONU, han cuestionado la narrativa oficial, sugiriendo que la capacidad nuclear de Irán sigue intacta y podría recuperarse rápidamente.

En medio de este clima de incertidumbre, la Casa Blanca ha expresado su descontento con la filtración de información, sugiriendo que podría haber cambios en la forma en que se comparte información sensible con el Congreso. Esta amenaza de modificar las reglas ha sido recibida con escepticismo, dado que muchos senadores de ambos partidos consideran que la información presentada por el Pentágono no respalda las afirmaciones triunfalistas de la administración.

A medida que la situación evoluciona, el foco se centra en la capacidad de Irán para continuar su programa nuclear. Los expertos sugieren que, a pesar de los bombardeos, las centrifugadoras podrían estar produciendo uranio enriquecido en un plazo corto. Esto representa un desafío significativo para la estrategia de Estados Unidos en la región y para la seguridad global.

La complejidad de la misión militar también es digna de mención. Con 125 aeronaves y el uso de 14 bombas antibúnker nunca antes empleadas, el ataque fue una operación de gran envergadura. Sin embargo, la falta de claridad sobre el daño real causado y la aparentemente rápida recuperación de las capacidades nucleares iraníes plantea dudas sobre el éxito de la misión.

Por otro lado, la narrativa de una "guerra de 12 días" entre Estados Unidos e Irán ha desarrollado una tensión palpable en el escenario internacional. La difícil situación resulta aún más complicada con la participación de otros actores, como Israel, que ha realizado bombardeos en el contexto de la misma crisis.

Finalmente, la pregunta que queda en el aire es cómo se desarrollarán las relaciones entre Estados Unidos e Irán en el futuro cercano. Con ambos países firmemente en sus posiciones, el camino hacia una resolución pacífica parece estar lleno de obstáculos. La comunidad internacional observa de cerca, a la espera de que se aclare el rumbo de una situación que podría tener repercusiones significativas en la estabilidad de la región y más allá.