Andrés Hurtado, el popular presentador peruano, detenido por corrupción y cohecho

Andrés Hurtado, un popular presentador de la televisión peruana, fue detenido este jueves en el marco de una investigación que lo involucra en presuntos delitos de tráfico de influencias y cohecho activo. La operación fue llevada a cabo por la Fiscalía y la Policía Nacional del Perú (PNP), específicamente por la Segunda Fiscalía Suprema Transitoria Especializada en Delitos Cometidos por Funcionarios Públicos y la División de Investigaciones de Delitos de Alta Complejidad (Diviac).

El arresto de Hurtado, conocido en el ámbito mediático como 'Chibolín', se produjo en una clínica de Lima donde el presentador había estado internado en los últimos días. La orden de detención se extenderá por un periodo de siete días, tiempo durante el cual se espera que la Fiscalía recabe mayor información y testimonios que respalden la investigación.

Este caso ha tomado un giro significativo luego de que el lunes pasado se anunciara la apertura de una investigación preliminar en su contra por parte de la Segunda Fiscalía Especializada en Delitos de Lavado de Activos. La indagatoria se centra en recabar información comercial, financiera y tributaria de Hurtado desde enero de 2019 hasta agosto de 2024, lo que indica la seriedad de las acusaciones que enfrenta.

La situación de Hurtado se complicó tras la emisión de un reportaje en el programa Cuarto Poder, que reveló su vinculación como apoderado de Demetrio Chávez Peñaherrera, conocido en el mundo del crimen como 'Vaticano'. Este vínculo ha suscitado una gran preocupación y ha llevado a la Fiscalía a investigar más a fondo sus actividades y conexiones.

Además, la investigación se ha visto alimentada por un reportaje del canal Willax, en el que se denunció que Hurtado pudo haber intervenido en un caso de tráfico ilegal de oro. Según las acusaciones, se habría beneficiado de una comisión de un millón de dólares a cambio de ayudar a recuperar 100 kilos de oro que habían sido incautados. Esta información ha encendido aún más las alarmas sobre su posible implicación en actividades delictivas.

Por si fuera poco, el testimonio de un presunto colaborador de la Fiscalía ha añadido más presión sobre Hurtado. Este testigo afirmó que el gerente de la empresa involucrada en la recuperación del oro, Iván Siucho, se había reunido con ministros del actual gobierno, lo que podría abrir un nuevo frente de investigación sobre la posible colusión entre funcionarios y figuras públicas.

Los ministros de Justicia y de Desarrollo e Inclusión Social, Eduardo Arana y Julio Demartini, respectivamente, han salido a defenderse públicamente. Arana llegó incluso a solicitar la destitución de la fiscal coordinadora del equipo anticorrupción, Marita Barreto, tras la admisión de un colaborador que lo relaciona con un supuesto trámite de nacionalización para un integrante de la familia Siucho.

Sin embargo, el escándalo no se detiene ahí. La fiscal especializada en lavado de activos, Elizabeth Peralta, ha sido separada de su cargo tras ser acusada de recibir comisiones ilegales en relación con el caso del tráfico de oro. Esta situación plantea serias dudas sobre la integridad de las investigaciones y la posibilidad de que existan redes de corrupción que se extiendan a distintos niveles del gobierno.

Andrés Hurtado, quien se hizo famoso en su juventud como cómico y que durante años ha conducido un programa de ayuda social, ahora enfrenta un escándalo que podría arruinar su carrera y reputación. Su programa, que hasta hace poco se caracterizaba por mostrar su vida lujosa y sus actos de filantropía, se encuentra bajo un manto de sospechas que podría cambiar su imagen de manera drástica.

La detención de Hurtado y las acusaciones que lo rodean son un recordatorio de los problemas de corrupción que afectan a Perú y de la importancia de que las instituciones mantengan su independencia y fortaleza ante casos de esta magnitud. A medida que avance la investigación, el país estará atento a los desarrollos que puedan surgir, en un contexto donde la lucha contra la corrupción sigue siendo un tema candente y de vital importancia para la sociedad peruana.