Estados Unidos presiona a España para aumentar su gasto en defensa y mejorar relaciones

Estados Unidos presiona a España para aumentar su gasto en defensa y mejorar relaciones

El resumen estadounidense de la llamada menciona la inmigración, pero no los posibles aranceles por comprar petróleo a Venezuela

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro
Política 29.03.2025

En un contexto global marcado por tensiones geopolíticas y desafíos económicos, el Gobierno de Estados Unidos ha solicitado formalmente a España que aumente su gasto en defensa. Este primer contacto bilateral, luego de que Donald Trump asumiera nuevamente la presidencia el 20 de enero, pone de relieve las prioridades de la administración republicana y la importancia que otorgan a las alianzas estratégicas dentro de la OTAN. La conversación se llevó a cabo entre Christopher Landau, subsecretario de Estado estadounidense, y Diego Martínez Belío, secretario de Estado español de Asuntos Exteriores y de Cooperación.


La comunicación, según un comunicado del Departamento de Estado, se centró en la robustez de la asociación entre ambas naciones y en el compromiso de España de elevar su inversión en defensa de acuerdo con los estándares establecidos por la OTAN. En la cumbre de Gales en 2014, los aliados de la Alianza Atlántica se comprometieron a alcanzar un gasto del 2% del PIB en defensa para 2024, un objetivo que España todavía no ha logrado cumplir. A pesar de que el Gobierno español se había planteado llegar a esta meta para 2029, la presión internacional y los recientes acontecimientos han llevado al presidente Pedro Sánchez a considerar un adelanto en este compromiso.


Sin embargo, el crecimiento del gasto en defensa no es el único tema de preocupación. En paralelo, se ha levantado la sombra de los aranceles que Estados Unidos podría imponer a España por su relación comercial con Venezuela. Esta cuestión, manejada por el secretario de Estado Marco Rubio, introduce una tensión adicional en las relaciones bilaterales y un desafío que el Gobierno español debe enfrentar. En este sentido, el próximo encuentro de alto nivel en la cumbre informal de la OTAN, donde participará José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores español, podría servir como plataforma para abordar estos temas críticos.


El contexto internacional también ha cambiado, y la seguridad y defensa en Europa se han vuelto más relevantes que nunca ante el resurgir de amenazas en el continente. En declaraciones recientes, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, afirmó que España busca alcanzar el 2% de gasto militar en el corto plazo, lo cual es un indicativo de que se está tomando en serio la necesidad de aumentar su capacidad de defensa. Sin embargo, la falta de un calendario concreto genera incertidumbre sobre cómo se materializará este compromiso.


Desde la llegada de Trump al poder, ha existido cierta confusión en torno a las políticas de defensa y comercio. En un episodio anterior, el presidente estadounidense confundió a España con un país del grupo BRICS, lo que evidenció una falta de entendimiento sobre la situación geopolítica de Europa. Esa confusión provocó un llamado a la atención sobre el bajo nivel de gasto en defensa en comparación con otros miembros de la OTAN, lo que dejó a muchos en España preocupados por la dirección que podrían tomar las relaciones bilaterales.


La presión de Estados Unidos para que sus aliados europeos asuman una mayor parte de la carga de defensa ha sido una constante durante la administración Trump. Esto se traduce en una exigencia de que España no solo cumpla, sino que también supere sus metas de gasto militar. Desde la perspectiva del Gobierno español, cumplir con este objetivo podría implicar reconfigurar prioridades presupuestarias en un momento en que se busca también atender necesidades sociales y económicas apremiantes.


La llamada entre Landau y Martínez Belío simboliza más que un simple intercambio diplomático; es un recordatorio de que las relaciones transatlánticas están bajo un escrutinio constante y que cada decisión tiene repercusiones que trascienden las fronteras. Además, pone de manifiesto cómo las estrategias de defensa y las relaciones comerciales están interrelacionadas en el escenario mundial actual.


El futuro de las relaciones entre España y Estados Unidos dependerá en gran medida de la capacidad del Gobierno español para equilibrar sus compromisos internacionales con sus necesidades internas. En un entorno donde la seguridad y la defensa son prioritarias, España enfrenta el desafío de incrementar su gasto militar, todo mientras lidia con las complejidades que surgen de las exigencias estadounidenses.


A medida que se acercan las fechas clave en el calendario político europeo y estadounidense, será crucial observar cómo se desarrollan las negociaciones y si España logrará cumplir con las expectativas de sus aliados. En este sentido, se podrá evaluar si la llamada entre ambos gobiernos marcará un cambio significativo en la dinámica de la defensa en Europa o si, por el contrario, se quedará en mera retórica diplomática.

Ver todo Lo último en El mundo