Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El presidente ruso, Vladímir Putin, recibió este miércoles al líder venezolano, Nicolás Maduro, en una reunión que marca el primer viaje al exterior del mandatario venezolano desde la crisis política que se desató tras las elecciones del pasado 28 de julio en su país. Durante el encuentro, que tuvo lugar en Kazán en el marco de la cumbre de los BRICS, Putin elogió a Venezuela como "uno de los viejos y fiables socios de Rusia en América Latina y en el mundo en general". La reunión se produce en un contexto en el que las relaciones entre Rusia y Venezuela se han intensificado, con Putin resaltando que los vínculos de asociación estratégica continúan fortaleciendo. Destacó que los volúmenes de comercio bilateral han crecido y que existen múltiples proyectos en áreas clave como la energía, la industria farmacéutica, el transporte, la exploración espacial y las nuevas tecnologías. Esta cooperación es vista como un camino hacia una mayor integración entre ambas naciones. Maduro, quien llegó a Kazán la noche anterior a la reunión, expuso su perspectiva sobre la situación económica de Venezuela. Afirmó que el país ha logrado recuperar su economía a través de esfuerzos propios y presenta indicadores positivos de crecimiento. "Estamos preparados para seguir recibiendo inversión rusa y para continuar fortaleciendo nuestro comercio y la alianza entre sectores empresariales en todos los campos", subrayó el presidente venezolano. El presidente Maduro no solo destacó la recuperación económica de su país, sino que también se refirió a las adversidades que ha enfrentado Venezuela en la última década, describiendo su situación como haber pasado "el desierto" y ahora estar "de pie, enteros y victoriosos". Esta afirmación resuena con la narrativa del gobierno venezolano de que el país ha sobrevivido a una serie de crisis impulsadas por factores internos y externos, y que ahora se encuentra en una etapa de renacimiento. Durante su discurso, Maduro hizo hincapié en que Venezuela está alineada con los principios de los BRICS y que su país está en el camino hacia un mundo multipolar y multicéntrico. Declaró que "el sur global solo podrá existir con el derecho a tener futuro, igualdad, libertad y prosperidad", enfatizando su deseo de que las potencias emergentes puedan establecer relaciones de respeto y cooperación con las naciones del Sur y del Este global. La cumbre de los BRICS fue calificada por Maduro como "histórica", señalando que representa un mensaje de esperanza para los pueblos del mundo. Sin embargo, su viaje a Rusia no estuvo exento de complicaciones. A pesar de que el presidente venezolano había llegado con la intención de formalizar su ingreso en los BRICS, se enteró de que Brasil, uno de sus aliados tradicionales, había vetado su incorporación a la organización. La decisión de Brasil no fue una sorpresa total, ya que el asesor para asuntos internacionales del Gobierno brasileño, Celso Amorim, había manifestado sus reservas sobre la inclusión de Venezuela en la alianza. En declaraciones a la CNN, Amorim argumentó que no tiene sentido llenar la organización con países que podrían diluir su efectividad, sugiriendo que un ingreso rápido de nuevos miembros podría diluir la esencia del grupo. A pesar de este revés, Maduro fue recibido por Putin, lo que subraya la importancia que Rusia concede a su relación con Venezuela. Esta reunión también se produjo en un contexto más amplio de creciente colaboración entre Rusia y otros países de la región, a medida que ambas naciones buscan contrarrestar la influencia de Estados Unidos en América Latina. La dinámica de la cumbre de los BRICS, en este sentido, puede ser vista como un intento de moldear un nuevo orden internacional que desafíe la hegemonía occidental. En resumen, la visita de Maduro a Rusia y su encuentro con Putin reflejan no solo una relación bilateral en evolución, sino también las complejidades geopolíticas que enfrentan las naciones en un mundo en constante cambio. Mientras Venezuela busca fortalecer su posición dentro de los BRICS, la reacción de Brasil y otros miembros del grupo puede ser determinante para el futuro de estas ambiciones.