
Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.




En Madrid, el pasado viernes, el Perú perdió a uno de sus más grandes diplomáticos, José Antonio García Belaunde, quien falleció a los 77 años rodeado de su familia. Su partida deja un vacío en la esfera diplomática y política del país, y la noticia de su muerte resonó con fuerza a través de las cancillerías del mundo, provocando una ola de condolencias tanto en Perú como en el extranjero. Desde el Ministerio de Relaciones Exteriores se emitieron mensajes de pesar y se abrieron libros de condolencias en diversas sedes diplomáticas, un reflejo del respeto y admiración que generó su legado.
García Belaunde fue un actor clave en la política exterior peruana durante las últimas décadas. Su papel como canciller durante el segundo gobierno de Alan García, entre 2006 y 2011, marcó un hito en la diplomacia del país. No solo fue el primer canciller en completar un periodo presidencial desde el retorno a la democracia en 1980, sino que también fue el artífice de una serie de decisiones que llevaron a Perú a integrarse más plenamente en la economía global, destacándose en la firma de tratados de libre comercio con potencias como Estados Unidos, la Unión Europea y China.
Nacido en Lima en 1948, José Antonio García Belaunde estaba inmerso en una tradición familiar de servicio público. Era nieto de un diplomático de renombre y sobrino de un expresidente, lo que lo dotó de una perspectiva única desde una edad temprana. Su formación académica en Letras en la PUCP y Relaciones Internacionales en Oxford y Madrid cimentó su carrera diplomática, que comenzó en 1973 y se extendió por cinco décadas en las que representó al Perú en diversos contextos internacionales.
Uno de sus aportes más significativos fue la promoción de la Alianza del Pacífico junto a México, Chile y Colombia, donde instó a Perú a desempeñar un papel articulador en Sudamérica. Esta visión se tradujo en una mayor apertura comercial y en esfuerzos por fortalecer la integración regional, un legado que perdurará en el tiempo. García Belaunde también fue un defensor incansable de la historia y cultura peruanas, destacando su papel en la negociación para la recuperación de piezas arqueológicas que habían sido retenidas por la Universidad de Yale.
En el ámbito jurídico, su liderazgo fue fundamental en la formulación de la demanda ante la Corte Internacional de La Haya por el diferendo marítimo con Chile. Aunque el fallo fue emitido en 2014 bajo un gobierno diferente, su contribución al diseño de la estrategia legal fue crucial y se tradujo en un histórico reconocimiento de soberanía sobre más de 50,000 km² de mar peruano. Este logro fue celebrado no solo a nivel nacional, sino también por la comunidad internacional, consolidando a García Belaunde como un diplomático de talla mundial.
La comunidad diplomática ha expresado su tristeza ante esta pérdida. Allan Wagner, exembajador y compañero de García Belaunde en la Corte de La Haya, lo recordó como un "diplomático brillante" y subrayó que la diplomacia peruana ha perdido a uno de sus mejores exponentes. En Chile, Alberto van Klaveren, su contraparte en el litigio marítimo, también destacó su honorabilidad y profesionalismo, lo que refleja el respeto que merecía incluso entre sus adversarios.
García Belaunde no solo se limitó a su trabajo como canciller. En 2016 fue nombrado embajador del Perú en España y, posteriormente, asumió la representación de la CAF en Europa. Su compromiso con la diplomacia se mantuvo activo hasta sus últimos días, participando en foros internacionales y promoviendo la cooperación entre la Unión Europea, América Latina y el Caribe. Su labor fue reconocida con la Orden de Gran Oficial de la Comunidad Andina en junio de 2025, una muestra del impacto que tuvo en la región.
Su pensamiento sobre la diplomacia también dejó huella. En una de sus últimas intervenciones, abogó por una política exterior que se fundamentara en una visión de Estado, arraigada en la historia, pero orientada hacia el futuro. Este enfoque, más que una simple reflexión, representa un desafío para las futuras generaciones de diplomáticos peruanos.
La muerte de José Antonio García Belaunde es una pérdida profunda para el Perú. Quienes tuvieron la fortuna de conocerlo lo recuerdan con gratitud y admiración, mientras que aquellos que no lo conocieron podrán encontrar su legado reflejado en los libros, tratados y en las aguas que ha recuperado para el país. La historia, sin duda, sabrá ubicarlo en el lugar que le corresponde como uno de los más grandes cancilleres que ha tenido Perú, un verdadero embajador de la paz y la integridad nacional. Su legado vivirá en la memoria colectiva, sirviendo de inspiración para las futuras generaciones de líderes y diplomáticos.
Richard Gere Respalda Al Dalái Lama Y La Cultura Tibetana En Evento Global

Tensiones Entre China Y Tibetanos Por La Reencarnación Del Dalái Lama En Disputa

Dalái Lama Reflexiona Sobre Su Legado Y Sucesión En Vísperas De Su 90 Cumpleaños
