
Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.




Mahmoud Khalil, un estudiante palestino de la Universidad de Columbia, ha sido detenido por las autoridades de inmigración de Estados Unidos, lo que ha desatado una ola de indignación en la comunidad académica y entre defensores de los derechos humanos. Khalil, que es un residente permanente en el país, fue arrestado en su hogar a la vuelta de una cena de Ramadán junto a su esposa, quien está embarazada de ocho meses. A pesar de su estatus legal, los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) le informaron que su visado de estudiante y su "green card" habían sido revocados, lo que desencadenó su deportación. El arresto de Khalil se enmarca dentro de una nueva política del presidente Donald Trump, quien ha prometido tomar medidas enérgicas contra los estudiantes que, a su juicio, apoyan el extremismo. En su plataforma de redes sociales, Trump calificó a Khalil de "estudiante radical pro-Hamás" y afirmó que su detención sería la primera de muchas en un enfoque más agresivo hacia el activismo estudiantil. Sin embargo, Khalil no ha sido acusado de ningún delito, lo que ha suscitado serias preocupaciones sobre la legalidad de su detención y la posible violación de sus derechos. La presidenta de la Unión de Libertades Civiles de Nueva York, Donna Lieberman, describió la situación de Khalil como una "represalia selectiva" y un ataque a la libertad de expresión amparada por la Primera Enmienda. La fiscal general de Nueva York, Letitia James, también ha expresado su preocupación, indicando que su oficina está siguiendo de cerca el caso. La comunidad universitaria ha reaccionado con vehemencia, organizando protestas en apoyo a Khalil. Cerca de mil manifestantes se congregaron en Manhattan, ondeando banderas palestinas y exigiendo su liberación. El arresto de Khalil es especialmente significativo dado su papel como negociador en las protestas estudiantiles que tuvieron lugar en Columbia el año pasado en respuesta a la guerra en Gaza. Estas manifestaciones se convirtieron en el epicentro de un movimiento más amplio en todo el país, donde estudiantes expresaron su oposición al apoyo de Estados Unidos a Israel. Algunos miembros de la comunidad judía de la universidad han denunciado la retórica que se utilizó en estas protestas, alegando que en ocasiones rozaba el antisemitismo, lo que ha complicado aún más las dinámicas dentro del campus. La Universidad de Columbia ha declarado que las fuerzas del orden pueden entrar en el campus con una orden judicial, pero han negado haber invitado a los agentes del ICE. Sin embargo, el impacto de la detención de Khalil ha sido inmediato, y su caso se ha convertido en un símbolo de la represión del activismo estudiantil en el actual clima político. La abogada de Khalil, Amy Greer, describió la situación como un "calculado" ataque del gobierno a quienes se atreven a expresar opiniones contrarias a la administración. Khalil fue inicialmente trasladado a un centro de inmigración en Nueva Jersey antes de ser enviado a un centro de detención en Luisiana. Su esposa, que ha tratado de visitarlo, ha sido amenazada con la detención por parte del ICE, lo que añade una capa alarmante a esta situación. Expertos jurídicos han señalado que la detención de un residente permanente legal sin cargos formales es una medida extraordinaria y problemática, lo que plantea interrogantes sobre la motivación detrás de la acción de ICE. Este caso se produce en un contexto en el que la administración de Trump ha emitido órdenes ejecutivas que amenazan con la deportación de aquellos que participan en protestas consideradas "proyihadistas". El secretario de Estado, Marco Rubio, ha afirmado que se tomarán medidas contra los simpatizantes de Hamas en los campus universitarios, lo que ha sido interpretado como un intento de silenciar voces disidentes y limitar la libertad de expresión en el ámbito académico. Las consecuencias de esta situación se están sintiendo en múltiples frentes. La Universidad de Columbia enfrenta la posible pérdida de 400 millones de dólares en subvenciones federales, como resultado de las acciones de sus estudiantes y la supuesta falta de combate al antisemitismo en el campus. La presidenta interina de la universidad, Katrina Armstrong, ha advertido que esta cancelación de fondos impactará negativamente en la investigación y en otras funciones críticas de la institución. Khalil ha sido defendido por sus compañeros y amigos, quienes lo describen como una persona compasiva y comprometida. La historia de su detención ha resaltado la tensión entre la libertad de expresión y la política de inmigración de Estados Unidos en un ambiente cada vez más polarizado. Mientras tanto, el futuro de Khalil y su familia permanece incierto, mientras un juez federal evaluará su caso en una audiencia de emergencia programada para el miércoles. Este episodio no solo pone de relieve la situación de un estudiante, sino que también plantea preguntas fundamentales sobre la dirección que está tomando la sociedad estadounidense en el ámbito de los derechos civiles y la libertad de expresión.