UE busca rearmarse ante nueva geopolítica, pero enfrenta dilemas económicos

UE busca rearmarse ante nueva geopolítica, pero enfrenta dilemas económicos

Ministros de Economía de la UE acuerdan financiar el rearme colectivo y buscar equilibrio entre defensa y estabilidad económica ante la crisis.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Política HACE 20 HORAS

En una reunión celebrada en Bruselas, los ministros de Economía de la Unión Europea se comprometieron a buscar soluciones para financiar el rearme colectivo ante el nuevo contexto geopolítico que enfrenta el continente. En un momento en que la seguridad europea es cada vez más precaria, la Comisión Europea ha ofrecido una mayor flexibilidad en la aplicación de las reglas fiscales para permitir que los países inviertan más en defensa. Sin embargo, esta generosidad no se extenderá a otras áreas del gasto público, lo que ha generado un debate sobre las prioridades fiscales en el seno de la UE. El comisario europeo de economía, Valdis Dombrovskis, explicó que la recomendación de mantener una política fiscal contractiva para el Eurogrupo sigue vigente. Esto significa que, aunque se permitirá un aumento en el gasto militar, los países deben ser cautelosos en otros aspectos de sus presupuestos, buscando evitar aumentos que puedan obstaculizar la lucha contra la inflación. Este enfoque ha sido recibido con matices por los diversos ministros de Economía, quienes deben equilibrar las exigencias de seguridad con la necesidad de estabilidad económica. El Plan Rearmar Europa, que se espera movilice hasta 800.000 millones de euros, es el núcleo de esta estrategia. De esta suma, se anticipa que 650.000 millones provendrán de los presupuestos nacionales, mientras que otros 150.000 millones se destinarán a un nuevo instrumento de inversión conjunta. Este enfoque busca no solo fortalecer la capacidad defensiva de la Unión, sino también estimular el crecimiento económico y la creación de empleo en momentos de incertidumbre. El contexto internacional, marcado por la inestabilidad en Ucrania y el cambio en la política exterior de Estados Unidos bajo una posible nueva administración de Donald Trump, hace que la necesidad de un enfoque más coordinado y robusto en defensa sea más urgente que nunca. La Unión Europea, al asumir una mayor responsabilidad en asuntos de seguridad, no solo busca proteger a sus ciudadanos, sino también mejorar su competitividad en un mundo que se está volviendo cada vez más desafiante. Sin embargo, la propuesta de aumentar el gasto militar ha encontrado resistencia. Desde España, por ejemplo, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha abogado por un aumento del gasto en defensa que dependa más de un instrumento común europeo, alejándose de la dependencia exclusiva de los presupuestos nacionales. Este enfoque es compartido por otros países, pero también existen voces críticas que advierten sobre los peligros de un aumento desmesurado del gasto militar. La vicepresidenta segunda y titular de Trabajo, Yolanda Díaz, expresó su escepticismo, afirmando que "subir el presupuesto militar no arregla nada." Paralelamente, los ministros están explorando otras iniciativas que complementen la estrategia de defensa, como la creación de un "producto de ahorro europeo". Este esfuerzo, respaldado por varios países, busca establecer un marco común para canalizar el ahorro hacia inversiones productivas dentro de la UE, en un intento por frenar la fuga de capitales hacia Estados Unidos. Otra de las propuestas discutidas fue el impulso del euro digital, un proyecto que busca complementar el efectivo y garantizar la autonomía económica de Europa frente a la influencia de otras monedas y criptoactivos, especialmente en un entorno internacional marcado por la competencia entre potencias. A medida que el debate avanza, los ministros de Economía continúan evaluando cómo equilibrar las necesidades de defensa con las demandas económicas internas, en un contexto de creciente inflación y ajuste fiscal. La claridad en las decisiones y la unión en la estrategia serán cruciales para que la UE logre navegar por las turbias aguas de la inestabilidad global. El resultado de estas discusiones no solo impactará en la seguridad y defensa del continente, sino que también tendrá repercusiones significativas en la economía de los países miembros. La UE se enfrenta a un desafío monumental: reforzar su postura defensiva sin olvidar los compromisos económicos a largo plazo que garanticen la sostenibilidad y el bienestar de sus ciudadanos. A medida que se actualizan las normas y se establecen nuevas prioridades, el futuro de la Unión Europea depende de su capacidad para adaptarse a un entorno en constante cambio.

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