
Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.




El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha generado una rápida reorientación de las políticas relacionadas con el medio ambiente, la responsabilidad social y la gobernanza (ESG) en Estados Unidos. Con la firma de una serie de órdenes ejecutivas, el nuevo presidente ha dejado claro su desprecio por las iniciativas sostenibles, lo que plantea una serie de interrogantes sobre cómo estas decisiones pueden afectar a las empresas peruanas, que han comenzado a adoptar firmemente principios de sostenibilidad en los últimos años. En Perú, el Ministerio del Ambiente (Minam) ha impulsado iniciativas significativas en pro de la sostenibilidad, promoviendo el financiamiento de bionegocios y la inclusión de criterios de finanzas verdes en la colocación de créditos. No obstante, el cambio de rumbo en EE.UU. podría tener repercusiones en las políticas empresariales en el país andino. Según los expertos consultados, las implicaciones de este viraje no serían iguales en todos los ámbitos. Las políticas ESG han cobrado protagonismo en el mundo empresarial, ya que implican el compromiso de las empresas de operar de manera responsable con el medio ambiente, ser socialmente responsables y mantener una buena gobernanza. Sin embargo, las acciones recientes de Trump, que incluyen el retiro de EE.UU. del Acuerdo de París y el recorte de fondos destinados a proyectos de desarrollo sostenible, han generado preocupación sobre el futuro de estas iniciativas. Micaela Rizo Patrón, gerenta general de Perú Sostenible, expresó su decepción ante las decisiones de Trump, argumentando que estas acciones generan una estrategia de división que puede perjudicar el desarrollo sostenible. "La sostenibilidad no debería politizarse. Las empresas tienen un papel crucial en el bienestar y desarrollo de la sociedad", afirmó. Por su parte, Marta Tostes Vieira, profesora de Gestión en la PUCP, considera que las decisiones de Trump son parte de un patrón que comenzó desde su primera administración, donde la controversia ha sido una constante. Sin embargo, el impacto de estas decisiones en el ámbito empresarial es variado, ya que las respuestas pueden diferir significativamente entre distintas empresas y sectores. La realidad en EE.UU. es que se han formado "bandos empresariales" que responden de manera diversa a las nuevas órdenes ejecutivas. Esto podría tener un efecto similar en Perú, donde la lectura de las políticas ESG dependerá de la percepción del riesgo por parte de los inversores. José Luis Ruiz, profesor de la Universidad del Pacífico, enfatizó que los cambios climáticos son innegables y que los inversores seguirán preocupándose por cómo las empresas gestionan estos riesgos, independientemente de la postura del gobierno estadounidense. El Minam tiene como objetivo que para el año 2030, el 3% de los recursos del sector financiero privado se destinen a proyectos ambientalmente sostenibles. A pesar de que la cartera no pudo ser contactada para brindar detalles sobre estos avances, es evidente que la dirección trazada por el Ministerio busca fortalecer las iniciativas ESG en el país. Rizo Patrón también advierte sobre la posibilidad de un retroceso en algunos frentes locales, pero enfatiza que los inversores seguirán evaluando el contexto local, y que las empresas peruanas deben ser proactivas en la gestión de sus prácticas ESG. "Somos un país muy vulnerable al cambio climático", subrayó, lo que resalta la urgencia de adoptar medidas sostenibles. Ante este panorama incierto, Tostes sugiere que la autorregulación será clave para las empresas peruanas. "La autorregulación sostenible puede escalar, dependiendo de la empresa y su exposición a los mercados internacionales", indicó. Esta respuesta podría ser crucial para mantener la competitividad de las empresas peruanas en un entorno global cambiante. A nivel internacional, la Unión Europea asoma como un actor relevante en el ámbito de las políticas ESG, con un enfoque más proactivo y regulaciones más estrictas que las de EE.UU. Ruiz destacó que la competitividad es una preocupación apremiante en Europa, y que cualquier debilitamiento de las regulaciones en EE.UU. podría llevar a Europa a tomar medidas para proteger sus estándares. Finalmente, Rizo Patrón concluyó que las empresas peruanas deben buscar estabilidad en medio de un entorno internacional volátil en materia ESG. La próxima COP 30 en Brasil representa una oportunidad para los países latinoamericanos, donde Perú podría capitalizar su ventaja competitiva en temas de bonos de carbono y biodiversidad. En este contexto, es fundamental que las empresas peruanas mantengan su compromiso con la sostenibilidad, independientemente de los cambios en la política internacional.
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