Trump tilda a Zelenski de "dictador" y genera inquietud sobre apoyo a Ucrania

Trump tilda a Zelenski de "dictador" y genera inquietud sobre apoyo a Ucrania

Trump tilda a Zelenski de "dictador", lo que inquieta sobre el apoyo de EE.UU. a Ucrania y favorece a Rusia en las negociaciones de paz.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Política 21.02.2025
La reciente declaración del expresidente estadounidense Donald Trump, en la que califica al presidente ucraniano Volodímir Zelenski de "dictador", ha generado un profundo malestar en el contexto del conflicto entre Ucrania y Rusia. Este giro en la retórica de Trump no solo afecta la percepción pública de Zelenski, sino que plantea serias dudas sobre el futuro del apoyo estadounidense a Ucrania en un momento crítico de la guerra. Los analistas advierten que esta postura podría consolidar la influencia de Rusia en las negociaciones de paz y debilitar la posición de Kiev en la escena internacional. Trump, quien ha sido crítico del apoyo militar y financiero que Estados Unidos ha proporcionado a Ucrania, sugiere que Rusia "tiene todas las cartas" en las negociaciones, lo que puede interpretarse como un cambio hacia una política más conciliadora con el Kremlin. Ramiro Escobar, analista internacional, ha señalado que este cambio representa un abandono de la postura pro-Ucrania que había caracterizado a la administración anterior y que podría contribuir a un nuevo orden mundial donde Estados Unidos y Rusia reconfiguren sus respectivas zonas de influencia. La respuesta de la Unión Europea fue inmediata y firme. La Comisión Europea defendió la legitimidad democrática de Zelenski y reiteró que cualquier solución al conflicto debe incluir tanto a Ucrania como a la UE. Este respaldo subraya la diferencia de enfoques entre Europa y la administración Trump, y resalta el riesgo de que la falta de unidad en la respuesta al desafío ruso podría generar un vacío que Moscú estaría dispuesto a explotar. El encuentro reciente entre Zelenski y el enviado de Trump, Keith Kellog, concluyó sin declaraciones conjuntas, lo que refleja un clima tenso y la falta de alineación entre ambas partes. Esta situación ha puesto en entredicho la percepción de que Estados Unidos sigue comprometido con el apoyo a Ucrania, lo que ha encendido alarmas en Europa sobre un posible distanciamiento de Washington en el conflicto. La incertidumbre sobre la política estadounidense ha despertado temores de que un enfoque más neutral o incluso favorable hacia Rusia podría llevar a un acuerdo que no beneficie a Ucrania. Escobar anticipa que se podrían alcanzar términos de paz desfavorables para Kiev, lo que incluiría la aceptación de la pérdida de territorios críticos como Crimea y partes del Donbás, generando una crisis de legitimidad para Zelenski en el ámbito interno. La situación se complica aún más con la perspectiva de un orden global que incluye a China como un actor clave, quien aunque aliado de Rusia, mantiene su autonomía en cuestiones geopolíticas. Este nuevo entramado podría cambiar las dinámicas de poder y generar tensiones adicionales entre potencias como Estados Unidos y China, lo que indirectamente podría repercutir en la guerra en Ucrania. Además, la inclusión tardía de Ucrania en las conversaciones de paz entre Estados Unidos y Rusia parece ser un signo de que el país se encuentra en una posición de desventaja. La falta de un papel activo y de influencia en las negociaciones podría dejar a Ucrania a merced de decisiones que no contemplen sus intereses y necesidades legítimas. El Kremlin ha interpretado las declaraciones de Trump como un respaldo implícito a su posición en las negociaciones. Este fortalecimiento de la posición de Putin en la arena internacional podría dar pie a un alto el fuego que favorezca los intereses rusos, sin ofrecer las garantías de seguridad que Ucrania exige. La convergencia de líderes pro-Trump en Europa, como Giorgia Meloni y Viktor Orbán, complica aún más la respuesta unificada de la UE frente a la agresión rusa. Este entorno fragmentado podría ser aprovechado por Moscú para avanzar en sus objetivos sin una oposición coordinada y efectiva. A pesar de la incertidumbre, la visita de líderes europeos a Kiev en los próximos días sugiere que la comunidad internacional aun se preocupa por la situación de Ucrania. Francia y el Reino Unido están contemplando la creación de una fuerza de paz europea como una respuesta proactiva ante el posible retiro del apoyo estadounidense, buscando así asegurar la protección de Ucrania en un contexto cambiante. En última instancia, el giro en la política estadounidense no solo afecta a Ucrania, sino que tiene el potencial de alterar el equilibrio geopolítico en Europa y más allá. Con Rusia y Estados Unidos como actores centrales, el futuro de la guerra en Ucrania se perfila incierto, y la posibilidad de que se imponga una "paz del más fuerte" plantea riesgos significativos para la estabilidad internacional. La próxima etapa del conflicto dependerá en gran medida de las decisiones que se tomen en las reuniones diplomáticas y de la capacidad de los líderes europeos para articular una respuesta sólida y coherente ante los desafíos que plantea la nueva postura de Washington.
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