Coca-Cola Light: El refresco que simboliza la cultura laboral moderna en EE.UU.

Coca-Cola Light: El refresco que simboliza la cultura laboral moderna en EE.UU.

La Coca-Cola Light se ha transformado en un símbolo de la cultura laboral moderna en EE. UU., vinculada a la productividad y el sacrificio.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Política 18.02.2025
La Coca-Cola Light ha trascendido su imagen original, que giraba en torno a la salud y el control de calorías, para convertirse en un símbolo de la cultura moderna de la oficina en Estados Unidos. En un entorno laboral donde las largas jornadas han sido normalizadas, este refresco con cafeína se ha posicionado como un combustible esencial para aquellos que buscan un impulso en su productividad. Este fenómeno no solo refleja los hábitos de consumo, sino que también está intrínsecamente ligado a las ideologías del trabajo y la cultura empresarial promovidas por figuras influyentes. El presidente Donald Trump, conocido por su afición a la Coca-Cola Light, ha llegado a consumir hasta 12 latas al día, incluso disponiendo de un botón rojo en su despacho para solicitar nuevas dosis. Esta peculiaridad ha llamado la atención, no solo por su cantidad, sino también porque simboliza una validación de la ética laboral basada en la intensidad y el sacrificio. Trump ha repetido en varias ocasiones que ningún otro presidente ha trabajado con tanto empeño como él, lo que resuena con su relación con la bebida. El vínculo entre Trump y la Coca-Cola Light se hace más evidente al observar sus alianzas políticas, especialmente con Elon Musk, quien también es un ferviente defensor de esta bebida. Musk ha elogiado al inventor de la Coca-Cola Light, calificándolo de "genio" y ha compartido en redes sociales su propia batalla con el consumo, evidenciada por imágenes de su mesita de noche repleta de latas vacías. Ambos personajes han impulsado una narrativa que exalta el trabajo arduo de los empleados de oficina, sugiriendo que el consumo de este refresco es parte de un compromiso con la productividad. Sin embargo, la imagen de la Coca-Cola Light ha ido más allá de estos líderes políticos. En el ámbito empresarial, ejecutivos de renombre como Bob Diamond, ex CEO de Barclays, tenían neveras en sus oficinas exclusivamente dedicadas a este refresco. Bill Gates, cofundador de Microsoft, incluso ha llegado a comentar que experimentaría un "síndrome de abstinencia" si dejara de consumirla. Este cambio en la percepción de la bebida refleja una evolución en la cultura laboral, donde la productividad y el sacrificio son celebrados y alimentados por la Coca-Cola Light. A pesar de que la compañía ha dirigido tradicionalmente su marketing hacia un público más femenino, con campañas que resaltan la delgadez y la elegancia, la realidad actual es que la Coca-Cola Light ha encontrado su lugar en un contexto laboral dominado por hombres y políticas de trabajo intensas. La famosa imagen de mujeres deseando hombres atléticos mientras disfrutan de una Coca-Cola Light ha sido reemplazada por escenas donde la bebida es un símbolo de esfuerzo y dedicación, en un entorno donde no hay espacio para pausas. Si bien Coca-Cola no desglosa las cifras de ventas específicamente de la Coca-Cola Light, las estadísticas indican que el 37% de los consumidores estadounidenses la beben, de los cuales una notable proporción lo hace de manera diaria. En este sentido, muchos ven la bebida no solo como una opción dietética, sino también como una alternativa asequible al alcohol, lo que resuena en un contexto donde más personas optan por reducir su consumo de bebidas alcohólicas por razones económicas. Este fenómeno se da a pesar de las advertencias sanitarias que rodean a la Coca-Cola Light y a la amplia gama de alternativas más saludables que han surgido en el mercado. La autora Eve Turow-Paul ha mencionado que, a pesar de los riesgos asociados con los alimentos ultraprocesados, la Coca-Cola Light sigue siendo un lujo que muchos eligen. Esto sugiere que para muchos consumidores, el placer de disfrutar de una bebida que ofrece un impulso inmediato de energía puede superar las preocupaciones sobre la salud. Coca-Cola ha intentado adaptarse a estas tendencias hacia la salud y el bienestar, incorporando ingredientes que se consideran "mejores para ti". Sin embargo, como apuntan algunos críticos, estas estrategias rara vez tienen éxito porque los consumidores son conscientes de que, al fin y al cabo, los refrescos representan un lujo. El enfoque del consumidor ha cambiado, y ahora muchos ven la Coca-Cola Light como un reconfortante, más que como una opción saludable. En este contexto, la Coca-Cola Light se ha convertido en un símbolo de una cultura laboral que valora la productividad a cualquier costo. Para muchos, tomar una lata de este refresco es un acto que trasciende el simple placer; representa un compromiso con el trabajo, un símbolo de resistencia en una era donde las largas jornadas son la norma. Así, la Coca-Cola Light no solo sigue siendo una bebida popular, sino que también se erige como un icono de la modernidad laboral, un reflejo de las tensiones y contradicciones que definen la vida en la oficina hoy en día.
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