Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Daniel Abugattás Majluf, abogado y político peruano, ha fallecido a la edad de 69 años después de una larga batalla contra una enfermedad. Su deceso fue confirmado por sus familiares a través de un comunicado en redes sociales, en el que anunciaron que las exequias se llevarán a cabo en un ambiente privado, solicitando respeto por su privacidad en estos momentos de dolor. Abugattás fue una figura controversial en la política peruana, conocido por su liderazgo en el Congreso y su vinculación con el Partido Nacionalista Peruano. A lo largo de su carrera política, Abugattás se destacó por su labor como congresista en dos períodos consecutivos, desde 2006 hasta 2016, donde mostró su compromiso con los temas de producción y microempresa. Durante su primer mandato, ocupó la presidencia de la Comisión de Producción, Micro y Pequeña Empresa, así como lideró la comisión investigadora del caso 'Petroaudios', un escándalo que reverberó en la política peruana y que evidenció la corrupción en los contratos del Estado. Su ascenso a la presidencia del Congreso durante el gobierno de Ollanta Humala marcó un hito en su carrera, consolidándose como una figura clave en el Partido Nacionalista Peruano. Como vocero político de Humala, Abugattás fue un actor fundamental en las campañas electorales que llevaron al expresidente al poder. Sin embargo, su trayectoria estuvo marcada por la polarización que caracteriza la política peruana, donde sus posiciones y decisiones generaron tanto apoyo como oposición. En los últimos años, Abugattás intentó mantenerse relevante en el escenario político, uniéndose a las filas de Alianza para el Progreso (APP) en las elecciones de 2021, aunque su postulación no fue exitosa. Esto reflejó el declive del nacionalismo en el Perú, un partido que, según él mismo declaró, había terminado "en el mismo cajón de la política tradicional". Estas palabras revelan su visión crítica sobre cómo las promesas de cambio se han desvanecido en el contexto político del país. Su fallecimiento ha generado una oleada de reacciones en el ámbito político. Diversos excongresistas y figuras públicas han expresado sus condolencias, reconociendo su contribución, aunque también su carácter fuerte y a veces polarizante. Juan Sheput, quien compartió escaño con Abugattás, recordó su franqueza y la forma directa en que abordaban las diferencias políticas. Esta expresión de respeto destaca la complejidad de las relaciones en la política, donde el adversario puede ser también un compañero en la lucha por el país. Ana Jara, expremier y colega de Abugattás, compartió su conmoción ante su partida y evocó los momentos en que fueron parte de la bancada Gana Perú-Partido Nacionalista, una era que muchos consideran crucial en la historia reciente del Perú. Su mensaje resalta la pérdida personal que representa su fallecimiento, más allá de los intereses políticos. El exlegislador aprista, Javier Velásquez Quesquén, también manifestó su pesar, resaltando que, a pesar de las diferencias políticas, nunca se consideraron enemigos. Esta reflexión sobre la camaradería que puede existir entre opositores es un recordatorio de que, en el fondo, los actores políticos son humanos, con historias y vínculos que trascienden los intereses partidarios. Daniel Abugattás fue una figura que polarizó opiniones, pero su impacto en la política peruana es innegable. Su carrera abarcó momentos críticos y su legado quedará en la memoria de aquellos que vivieron la dinámica política de las últimas dos décadas. Mientras el país lamenta su partida, la reflexión sobre su trayectoria invita a analizar el estado actual del nacionalismo y su futuro en la política peruana. La historia de Abugattás es también un reflejo de los desafíos que enfrenta el Perú en su camino hacia la consolidación democrática y la lucha contra la corrupción. Su vida y su trabajo pueden servir de lección para las futuras generaciones de políticos, quienes deben encontrar un equilibrio entre el idealismo y la realidad de la gobernanza en un país con una compleja red de intereses y conflictos. En este sentido, su legado podría ser un llamado a la unidad y la transparencia en un momento donde la política necesita más que nunca de figuras que busquen el bienestar del país por encima de sus propias ambiciones.