PSOE lidera intención de voto, pero PP y Vox recortan distancias en el CIS

El último Barómetro de enero del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), dirigido por José Félix Tezanos, reafirma la primacía del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en la intención de voto, aunque con un leve descenso en su porcentaje de apoyo. Con una estimación de voto del 31,8%, el PSOE ha visto una reducción de cuatro décimas en comparación con diciembre, manteniéndose en la cabeza de la preferencia electoral por octavo mes consecutivo. Sin embargo, el Partido Popular (PP) ha logrado recortar la distancia, alcanzando un 29,7% de apoyo, lo que representa una subida de 1,3 puntos en el último mes. El contexto de la encuesta, realizada entre el 2 y el 9 de enero de 2023, ha estado marcado por diversos acontecimientos políticos y sociales, incluyendo escándalos de corrupción que han afectado al PSOE, la conmemoración del aniversario de la muerte del dictador Francisco Franco y la toma de posesión de Nicolás Maduro en Venezuela. A pesar de estos factores, el respaldo al PSOE parece mantenerse de manera relativamente estable, aunque el creciente apoyo al PP sugiere un panorama electoral más competitivo. A la hora de analizar las intenciones de voto, el CIS revela que si las elecciones se celebraran mañana, el 21,5% de los encuestados aseguraría que votaría por el PSOE, frente al 19,8% que optaría por el PP. Por otro lado, un 16,3% de los entrevistados no tiene claro su voto, un 4,2% prefiere no responder, y un 8,3% se inclinaría por la abstención. Este escenario refleja la incertidumbre entre el electorado, que podría ser clave en los comicios venideros. El informe también destaca que Vox repite como la tercera fuerza política, con un 12,4% de estimación de voto, un incremento de dos décimas respecto al mes anterior. Este crecimiento de Vox ha continuado ampliando su brecha con Sumar, que se ha estancado en un 6,5%, y con Podemos, que se mantiene en torno al 4%. La situación sugiere un debilitamiento de los partidos de la izquierda, mientras que la suma de PP y Vox contabiliza un 42,1% de apoyo, superando al 38,3% que obtienen PSOE y Sumar. La consolidación de Podemos en torno al 4% y el surgimiento de nuevas formaciones como Se Acabó la Fiesta (SALF), que se sitúa en un 2,4%, también indica una fragmentación del voto en la izquierda, lo que puede complicar su capacidad para competir frente a la alianza entre PP y Vox. En el ámbito territorial, partidos como Esquerra Republicana y el BNG han mostrado un ligero ascenso, lo que añade un nuevo dinamismo al panorama político. En lo que respecta a la valoración de los líderes, Pedro Sánchez sigue liderando con una nota media de 3,93 puntos, superando a Yolanda Díaz y Alberto Núñez Feijóo, quienes obtienen 3,89 y 3,52 puntos, respectivamente. Santiago Abascal se queda lejos con un 2,79. Esta percepción positiva de Sánchez podría influir en la decisión de los votantes al momento de las elecciones, aunque la creciente presión sobre su gobierno por los escándalos de corrupción podría enturbiar su imagen. Además, el apoyo a Sánchez como el político preferido para presidir el Gobierno se sitúa en el 23,7%, marcando una clara distancia con sus rivales. Feijóo, por ejemplo, solo logra un 9,9%, mientras que Abascal y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se encuentran en el 6,7% y 5,2%, respectivamente. Curiosamente, la líder de Sumar se posiciona con un 3,9%, lo que refleja su falta de consolidación en el electorado. La encuesta también pone de manifiesto un cambio en las tendencias de voto desde las elecciones generales de 2013, donde el PP ganó con una ventaja notable. Actualmente, entre los entrevistados, existe una mayor proporción de votantes del PSOE (31,2%) en comparación con los votantes de Feijóo (24,2%). Esta evolución puede señalar un cambio en la lealtad del electorado, que podría tener repercusiones en futuras elecciones. En resumen, el Barómetro del CIS ofrece un retrato complejo del panorama político español. A pesar de que el PSOE sigue encabezando las intenciones de voto, la creciente competitividad del PP y el ascenso de Vox sugiere un clima electoral en el que cada voto cuenta. La incertidumbre entre los electores y la fragmentación de la izquierda podrían ser factores determinantes en la configuración del próximo Gobierno, lo que augura una campaña electoral intensa y repleta de sorpresas en los meses venideros.