Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En una reciente declaración conjunta, catorce países miembros de la Organización de los Estados Americanos (OEA) han expresado su profunda preocupación por la crítica situación que atraviesa Venezuela. La situación política, económica, social y humanitaria del país ha sido objeto de un análisis exhaustivo, y los países firmantes no han dudado en señalar las persistentes violaciones de los derechos humanos y los principios democráticos que ocurren en el territorio venezolano. Este pronunciamiento, que coincide con los eventos del 9 y 10 de enero de 2025, pone de relieve la creciente tensión en la región y la necesidad urgente de una respuesta colectiva. El comunicado hace hincapié en la importancia de los principios establecidos en la Carta de la OEA y la Carta Democrática Interamericana, que reafirma el compromiso de los Estados miembros por salvaguardar la democracia y los derechos humanos. En un momento en que las divisiones políticas son cada vez más evidentes, el documento resalta la necesidad de una resolución pacífica de los conflictos y el respeto por el derecho internacional, elementos fundamentales que parecen ausentes en el actual contexto venezolano. La declaración resalta, además, que los pilares de la democracia representativa se sustentan en el respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales. En este sentido, se critica abiertamente el acto de investidura presidencial de Nicolás Maduro, realizado el 10 de enero de 2025, cual consideran carente de legitimidad democrática. La falta de pruebas verificables acerca de la integridad electoral ha suscitado un fuerte rechazo por parte de los países de la OEA, quienes ven en esta situación un atentado directo contra la voluntad del pueblo venezolano. Los firmantes hacen un llamado a la comunidad internacional para que continúe apoyando esfuerzos diplomáticos, políticos y humanitarios que aborden la crisis multidimensional en Venezuela. Este llamamiento no solo busca visibilizar el sufrimiento de la población venezolana, sino también fomentar un clima de colaboración que permita facilitar una transición democrática en el país. La situación actual exige un enfoque integral que contemple tanto la presión diplomática como la asistencia humanitaria. Asimismo, los países miembros de la OEA exigen al régimen de Maduro que restablezca el orden democrático en Venezuela, permitiendo una transición pacífica que refleje la voluntad del pueblo expresada en las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024. La insistencia en liberar a todas las personas detenidas arbitrariamente, incluidos los presos políticos, es un componente esencial del llamado a la restauración democrática que han realizado estos países. El comunicado no se detiene en la mera exigencia de elecciones libres y justas; también enfatiza la necesidad de garantizar el pleno respeto de los derechos fundamentales de todos los venezolanos. Esto incluye el derecho a la vida, la libertad y la seguridad personal, así como el derecho a reunirse pacíficamente y a disfrutar de un juicio justo. La defensa de estos derechos es clave para construir un futuro más prometedor para Venezuela y sus ciudadanos. Por si fuera poco, la declaración también se ocupa de la protección de los beneficiarios de medidas cautelares emitidas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Este aspecto subraya la importancia que los países de la OEA otorgan a la defensa de los derechos humanos en un contexto donde su vulneración se ha vuelto habitual. El mensaje final de la OEA urge al régimen venezolano a respetar el derecho internacional. En este sentido, se hace un llamado a la observancia de convenios fundamentales, como la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y la Convención sobre Asilo Diplomático de Caracas de 1954. Se exige que se cese cualquier forma de hostigamiento y asedio contra aquellos que buscan protección en las instalaciones diplomáticas y consulares en Venezuela. La declaración de catorce países de la OEA representa un esfuerzo concertado por abordar la crisis en Venezuela desde un enfoque de derechos humanos y democracia. La comunidad internacional está observando atentamente cómo se desarrollan los acontecimientos en el país y la manera en que la respuesta del régimen de Maduro influirá en su futuro. La ruta hacia la recuperación de la democracia en Venezuela parece complicada, pero la presión ejercida por los países de la OEA es un paso significativo hacia la reivindicación de los derechos del pueblo venezolano.