Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
A medida que el sol se sumergía en el horizonte, proyectando un tono dorado sobre el apartado tramo de costa en Costa Rica, Chandler Brownlee se encontraba sobre las rocas, Biblia en mano, contemplando las olas que han atraído a surfistas de todo el mundo. Pero para el Sr. Brownlee, la búsqueda aquí va mucho más allá de atrapar la ola perfecta; se trata de conectar con otros surfistas a un nivel espiritual, invitándolos a explorar su fe en Jesucristo. A sus 52 años, el Sr. Brownlee es un individuo multifacético: agente inmobiliario, conservacionista de la vida silvestre, padre de tres hijos, exministro bautista y apasionado surfista. Su doble identidad lo posiciona como un miembro senior de Christian Surfers, una organización internacional dedicada a fusionar el amor por el surf con la fe. Con más de 175 capítulos en 35 países, la organización se involucra con los bañistas y surfistas por igual, esperando unir la conexión natural que los surfistas sienten con el océano y lo divino. Este año, la organización amplió su alcance estableciendo un capítulo en Pavones, un pequeño pueblo conocido por su excepcional surf, particularmente por su segunda ola de izquierda más grande del mundo. Para el Sr. Brownlee, el aislamiento y el encanto rústico de Pavones atraen a aquellos comprometidos con el estilo de vida surfero, individuos que él cree que también pueden estar buscando un significado más profundo en sus vidas. Durante un encuentro casual con tres surfistas canadienses quemados por el sol que acampaban en una furgoneta deteriorada, la naturaleza jovial del Sr. Brownlee brilló. Su risa y actitud relajada encarnaron el espíritu de la labor de alcance del grupo, una que enfatiza la compañía y las experiencias compartidas sobre el proselitismo agresivo. En lugar de métodos tradicionales, optan por conversaciones orgánicas surgidas de un amor compartido por el océano. Christian Surfers busca crear un ambiente donde los surfistas se sientan cómodos explorando su lado espiritual sin la intimidación que a menudo se asocia con la religión organizada. Su lema, "un puente de la playa a la iglesia", encapsula este enfoque. La organización proporciona recursos que resuenan con los surfistas, presentando una edición única de la "Biblia de los Surfistas" adornada con imágenes de olas en lugar de símbolos religiosos. Los esfuerzos comunitarios de la organización ofrecen un espacio acogedor donde las personas pueden pertenecer "antes de creer". Miembros de la familia, como Kyle y Dennis León en Esterillos Oeste, ejemplifican esta misión. Los León organizan reuniones donde los jóvenes surfistas pueden disfrutar de comida, ver videos de surf y participar en estudios bíblicos en un entorno relajado y no tradicional. Despojados de las formalidades habituales de un entorno eclesiástico, su hogar es un santuario donde las conversaciones fluyen con facilidad y la atmósfera está impregnada de camaradería. Mientras el Sr. León dirige discusiones que trazan paralelismos entre el surf y las escrituras, enfatiza la naturaleza relatable de la fe, ilustrando cómo figuras como el Apóstol Pablo pueden inspirar incluso a los individuos más aventureros y de espíritu libre. El objetivo no es coaccionar, sino inspirar, permitiendo que los presentes contemplen la espiritualidad a su propio ritmo. Esta misión es particularmente vital en una región como Costa Rica, donde la cultura del surf es rica y la búsqueda de autodescubrimiento a menudo conduce a prácticas espirituales alternativas. El Sr. Brownlee reconoce esta realidad, proponiendo un cambio de enfoque de rituales de moda a la calidez y aceptación que se encuentran en la fe cristiana. Las reuniones de los León reflejan la visión más amplia de la organización: crear una comunidad donde los surfistas puedan encontrar no solo la emoción de montar olas, sino también una conexión más profunda con ellos mismos y con algo más grande. Al cerrar la noche con una oración de gratitud por las experiencias compartidas, su hogar resonó con risas y un sentido de pertenencia que encarna el espíritu de Pura Vida: la esencia de vivir la vida al máximo, en cuerpo y espíritu. En medio de la vibrante cultura del surf y la atracción de la ola perfecta, Christian Surfers continúa su misión única, invitando a las personas a explorar una fe que es tan expansiva como el océano mismo. Y en el ocaso de Costa Rica, la promesa tanto del surf como del espíritu permanece entrelazada, esperando a aquellos dispuestos a abrazarla.