Pionero de las encuestas que se retira enfrenta demanda de Trump en medio de tácticas de intimidación.

Pionero de las encuestas que se retira enfrenta demanda de Trump en medio de tácticas de intimidación.

J. Ann Selzer se retira en medio de la controversia por la demanda de Trump contra sus encuestas, destacando la intimidación en los medios y la disidencia política.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Política 19.12.2024

A medida que J. Ann Selzer se embarca en su jubilación, esta se ve ensombrecida por una controversia significativa que pone de relieve la intersección entre las encuestas, la política y el clima de intimidación que rodea a la administración de Trump. Selzer, una figura venerada en la política de Iowa como directora de la Iowa Poll, ha sido reconocida durante mucho tiempo por su capacidad para capturar el pulso de los votantes del estado. Sin embargo, su última incursión en las encuestas la ha colocado en el punto de mira de una demanda presentada por Donald Trump, que muchos observadores creen que es un intento de sofocar la disidencia e intimidar a los medios de comunicación. La demanda surge de una encuesta publicada el 2 de noviembre que mostraba a la vicepresidenta Kamala Harris liderando a Trump por un margen estrecho en una Iowa tradicionalmente republicana. Esta revelación envió ondas de choque a través del panorama político, sugiriendo un posible aumento en el apoyo a Harris impulsado por la participación electoral de las mujeres. Sin embargo, la realidad de las elecciones resultó ser diferente, con Trump ganando finalmente el estado por más de 13 puntos, marcando la última encuesta de Selzer como un notable error. La reputación de Selzer como encuestadora se ha construido a lo largo de décadas, y aunque ha tenido su parte de errores, como su predicción de 2004 de que John Kerry lideraría a George W. Bush en Iowa, sus éxitos generalmente los han superado. Su capacidad para medir con precisión los sentimientos de los votantes de Iowa le ha ganado respeto a través de las líneas partidarias, algo raro en un campo a menudo empañado por sesgos partidistas. A pesar de su historial, las repercusiones de su última encuesta han sido rápidas y severas. El equipo legal de Trump ha invocado la Ley de Fraude al Consumidor de Iowa en su demanda, alegando que la encuesta de Selzer engañó a los votantes y constituyó una interferencia electoral. Los expertos legales han reaccionado con escepticismo, argumentando que la base para tal afirmación es, en el mejor de los casos, tenue. Sostienen que probar el fraude requeriría evidencia de engaño intencional, algo que parece poco plausible en el ámbito de las encuestas, donde las estimaciones pueden inevitablemente conducir a errores. Las implicaciones de esta demanda van más allá de Selzer como encuestadora individual; señala una tendencia más amplia de intimidación legal dirigida a entidades mediáticas y a la libertad de prensa. Los críticos señalan que esta demanda es otro capítulo en la continua batalla de Trump contra la cobertura desfavorable y las voces disidentes. Con su historial de aprovechar amenazas legales para silenciar a los críticos, el efecto paralizante sobre el periodismo podría ser profundo, especialmente a medida que la nación se acerca a otro ciclo electoral. En medio de la controversia, la seguridad personal de Selzer ha sido puesta en cuestión, con informes de advertencias policiales sobre amenazas en su contra. Este aspecto de la historia refleja una tendencia inquietante en la política moderna, donde las figuras públicas se ven en riesgo debido a sus evaluaciones profesionales y la reacción que provocan. A medida que Selzer concluye su ilustre carrera, no solo se enfrenta a las repercusiones de una encuesta inexacta, sino también a una demanda que subraya la creciente animosidad hacia las encuestas y el periodismo en el clima político actual. En una declaración justo antes de su jubilación, reconoció la naturaleza humillante de las encuestas, afirmando: "La encuesta es una ciencia de estimación, y la ciencia tiene una forma de humillar periódicamente al científico." La partida de Selzer puede haber sido planeada, pero las circunstancias que la rodean parecen todo menos apropiadas para alguien que ha sido durante mucho tiempo un estandarte de integridad en las encuestas. El legado de su carrera, marcado tanto por predicciones precisas como por pasos en falso controvertidos, sin duda se verá moldeado por este tumultuoso final. A medida que se embarca en este próximo capítulo, el panorama político sigue estando lleno de incertidumbre, y las implicaciones de su último error probablemente resonarán mucho más allá de Iowa.

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