El Caos en Bolivia: La escasez de combustible y las protestas destacan profundas divisiones políticas.

El Caos en Bolivia: La escasez de combustible y las protestas destacan profundas divisiones políticas.

Bolivia enfrenta agitación mientras estallan protestas entre los partidarios del presidente Arce y el ex presidente Morales, lo que agrava las condiciones económicas y la inestabilidad política.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Política 15.12.2024

En los últimos meses, Bolivia ha caído en el caos, con protestas que han sacudido a la nación mientras los partidarios del presidente Luis Arce chocan con aquellos leales al ex presidente Evo Morales. La agitación, que ha persistido durante más de dos meses, ha resultado en interrupciones significativas en todo el país, incluyendo graves escaseces de combustible que han dejado a los ciudadanos esperando en filas durante días para llenar sus tanques. Este tumulto es emblemático de una ola más amplia de inestabilidad política que actualmente está arrasando varios países de la región andina, incluyendo Ecuador, Perú y Colombia. En el corazón de la crisis actual de Bolivia yace una lucha por el poder dentro del partido gobernante Movimiento al Socialismo (MAS). Una vez una fuerza dominante en la política boliviana, el partido ahora está envuelto en una amarga rivalidad entre Arce, quien sucedió a Morales, y el propio Morales. Ambos líderes afirman su intención de postularse en las próximas elecciones presidenciales, pero su disputa ha iluminado una fractura más profunda dentro del partido, que ha visto un declive en su influencia y popularidad a lo largo de los años. El panorama político se complica por un reciente fallo del tribunal supremo de Bolivia, que prohibió a Morales buscar un cuarto mandato presidencial. Si bien las opiniones sobre la legalidad de esta decisión varían, los analistas advierten que el poder judicial está altamente politizado, lo que hace que cualquier fallo sea sospechoso. Este sentimiento fue respaldado por la analista política Verónica Rocha, quien señaló que el gobierno parece manipular el sistema judicial para mantener el control. Mientras las protestas se intensificaban en la capital, La Paz, el presidente celebró el fallo del tribunal en contra de Morales en una ceremonia, que muchos consideraron insensible dada la creciente desesperación entre la población. "La gente tiene hambre", lamentó un manifestante, reflejando el agudo sentido de desilusión que muchos bolivianos sienten hacia sus líderes. Gustavo Flores-Macías, un experto político de la Universidad de Cornell, afirmó que el ciudadano promedio se siente descuidado, con líderes más enfocados en el poder que en abordar desafíos cotidianos apremiantes. Históricamente, Morales llegó al poder en 2006, promoviendo reformas sociales que sacaron a muchos de la pobreza, particularmente en comunidades indígenas y rurales. Sin embargo, su mandato no estuvo exento de controversia; enfrentó acusaciones de autoritarismo, incluyendo represiones a la disidencia y manipulación del poder judicial para beneficiar sus ambiciones políticas. Tras una tumultuosa elección en 2019 que resultó en su exilio, Morales regresó a Bolivia después de la victoria de Arce, reavivando la lucha por el control. Las recientes acusaciones contra Morales han alimentado aún más la agitación. Enfrenta cargos de violación, que él afirma están motivados políticamente. Sus partidarios, sin embargo, se han movilizado a su alrededor, organizando protestas en su bastión de Chapare. Los bloqueos en esta región han impactado severamente el movimiento de bienes, causando frustración y desesperación entre los bolivianos comunes como Josué Espinoza, un camionero varado durante semanas. La situación económica en Bolivia ha empeorado, con el aumento de precios y escasez de bienes esenciales. El sector del gas natural, una vez próspero y que era la columna vertebral de la economía, ha flaqueado, llevando a un aumento de las dificultades para las familias. Silvia Choque, una vendedora de verduras, expresó su lucha por llegar a fin de mes, destacando el marcado contraste entre las peleas de la élite política y las realidades cotidianas que enfrentan los ciudadanos. Si bien los bloqueos han sido desmantelados, las protestas han evolucionado, demostrando un amplio descontento con la incapacidad del gobierno para proporcionar estabilidad y alivio económico. El presidente Arce ha culpado a Morales por agravar el clima político, mientras que los aliados de Morales argumentan que las acciones del poder judicial han socavado los procesos democráticos. A medida que el país mira hacia las elecciones de 2025, el ambiente político sigue siendo incierto. Aunque no se ha hecho ningún anuncio oficial sobre la candidatura de reelección de Arce, se espera ampliamente que se postule. Mientras tanto, Morales sigue prohibido de candidatura. Los expertos predicen un panorama político cada vez más fragmentado, con múltiples candidatos compitiendo por un apoyo en disminución. Carlos Saavedra, un analista político boliviano, advirtió que esta fragmentación podría llevar a un concurso electoral altamente polarizado, complicando aún más la ya tenua gobernanza en el país. Mientras Bolivia enfrenta sus desafíos políticos y económicos, el país se encuentra en un cruce de caminos significativo, con el potencial de cambios profundos en su tejido político a medida que los ciudadanos exigen rendición de cuentas y acción de sus líderes. Los eventos que se desarrollan en Bolivia sirven como un recordatorio contundente de la compleja interacción entre el poder político y el bienestar de la población en tiempos de crisis.

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