Reconfiguración Geopolítica: La Destitución de Assad Desata Nuevas Dinámicas en Oriente Medio.

Reconfiguración Geopolítica: La Destitución de Assad Desata Nuevas Dinámicas en Oriente Medio.

El régimen de Assad colapsa en medio de una renovada presión de los rebeldes, reconfigurando las dinámicas en Medio Oriente y generando preocupaciones sobre la estabilidad y la influencia islamista.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro
Política 09.12.2024

En un giro dramático de los acontecimientos, el panorama geopolítico de Oriente Medio está experimentando un rápido cambio tras el reciente tumulto en Siria. Hace solo unas semanas, varias naciones árabes sunnitas, encabezadas por Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, estaban involucradas en gestos diplomáticos para reintegrar al presidente Bashar al-Assad en la Liga Árabe después de su largo exilio debido a su violenta represión de las fuerzas de oposición. La reapertura de la embajada de Arabia Saudita en Damasco significó un optimismo cauteloso y una expectativa de que el régimen de Assad se estaba estabilizando, al menos en el contexto de una disminución de la influencia iraní. Sin embargo, la situación dio un giro abrupto e inesperado cuando el régimen de Assad enfrentó una presión renovada por parte de las fuerzas rebeldes. Una reunión en Doha, que involucró a ministros de Relaciones Exteriores de estados árabes, Turquía, Irán y Rusia, culminó en discusiones infructuosas destinadas a estabilizar el gobierno de Assad. Solo unas horas después, la autoridad de Assad se desmoronó, obligándolo a huir ante el avance de las fuerzas rebeldes, marcando un cambio significativo en la dinámica regional. Con la salida de Assad, el enfoque de los líderes regionales cambió rápidamente hacia la contemplación de una era post-Assad en un paisaje de Oriente Medio donde el poder de Irán parece estar disminuyendo. Geir O. Pederson, el enviado especial de la ONU para Siria, destacó la urgente necesidad de un gobierno interino que pudiera unir a las comunidades fragmentadas de Siria y restaurar un atisbo de autoridad nacional. Sin embargo, también advirtió contra un optimismo excesivo, reconociendo los desafíos que plantean varios grupos armados que luchan por el control en un escenario que recuerda el turbulento pasado de Afganistán. La aparición de facciones competidoras suscita preocupaciones sobre el potencial de violencia y caos, particularmente si grupos como Hayat Tahrir al-Sham, que históricamente han estado vinculados al extremismo islamista, buscan afirmar su dominio. El liderazgo de Abu Mohammad al-Jolani ha creado un panorama complicado, ya que se ha distanciado públicamente de grupos como Al Qaeda mientras continúa gobernando a través de un estricto marco islamista sunnita. Las apuestas son altas, con el riesgo de que una facción liderada por islamistas capitalice la inestabilidad, amenazando tanto a Israel como a las monarquías del Golfo. Turquía, que ha mantenido una influencia significativa en las regiones del norte de Siria, enfrenta sus propios desafíos. El prolongado conflicto del gobierno turco con las fuerzas kurdas complica su papel en cualquier resolución potencial. Turquía ha tomado pueblos estratégicos como Manbij y debe navegar sus intereses mientras intenta estabilizar su frontera y gestionar la crisis de refugiados resultante del conflicto sirio. A medida que Turquía continúa albergando a una población sustancial de refugiados sirios, las ramificaciones políticas de su presencia pesan mucho sobre el presidente Recep Tayyip Erdogan. Los analistas sugieren que una Siria post-Assad estable podría llevar al regreso de estos refugiados, aliviando algunas de las presiones que enfrenta Erdogan a nivel interno. Las dinámicas regionales se complican aún más por la precaria posición de Rusia. Su apoyo a Assad ha tenido repercusiones negativas, socavando su reputación en Oriente Medio incluso mientras busca mantener posiciones militares estratégicas. El cambio de alineación con respecto a Assad podría disminuir la influencia de Moscú, con los estados árabes sunnitas ahora enfrentados a una oportunidad para reconfigurar alianzas y afirmar sus intereses en un nuevo orden geopolítico. Israel ha mantenido un estrecho seguimiento de los acontecimientos, reconociendo el potencial tanto de amenazas como de oportunidades. La caída de Assad se considera un revés para las ambiciones iraníes, especialmente en lo que respecta al flujo de armas hacia Hezbolá. Las recientes acciones militares de Israel contra activos iraníes en Siria reflejan su intención de prevenir una mayor radicalización en la región. La incertidumbre en torno al futuro de Siria—si continuará fragmentándose o surgirá como un estado unificado—sigue siendo una pregunta clave. Los analistas proyectan que el colapso del régimen de Assad podría desencadenar una reevaluación de las dinámicas de poder en toda la región. Si la influencia de Irán disminuye, podría surgir la posibilidad de mejorar las relaciones entre Israel y los estados árabes sunnitas, lo que potencialmente llevaría a una reconfiguración de alianzas que desafíe el anterior statu quo dominado por milicias respaldadas por Irán. A medida que la región se prepara para las repercusiones de la destitución de Assad, hay un atisbo de optimismo cauteloso entre algunos analistas, que sugieren que la oportunidad para un Oriente Medio reformado podría estar en manos de líderes dispuestos a seguir un enfoque más inclusivo hacia la gobernanza. Los días venideros serán cruciales para determinar si este momento de agitación puede llevar a un orden regional más estable y cooperativo o si se desmoronará en una mayor fragmentación y conflicto.

Ver todo Lo último en El mundo