Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Martín Vizcarra, el expresidente de Perú, ha vuelto a acaparar la atención mediática tras la reciente confirmación de su inhabilitación por parte del Poder Judicial, la cual le impide ejercer cargos públicos durante un periodo de diez años. Esta medida se deriva del escándalo conocido como 'Vacunagate', donde se le acusó de recibir una vacuna contra la COVID-19 de manera irregular y clandestina. En medio de esta situación, Vizcarra se ha manifestado optimista y decidido a recuperar su derecho a postularse a las elecciones presidenciales de 2026. La inhabilitación de Vizcarra fue resultado directo de una votación en el Congreso en abril de 2021, donde 86 parlamentarios decidieron sancionarlo sin opositores ni abstenciones. Este hecho marcó un hito en la política peruana, evidenciando la severidad con la que se abordó el escándalo de las vacunas, que tocó no solo a Vizcarra, sino a otros funcionarios de alto rango que habrían actuado de manera similar. La indignación de la población fue palpable, lo que llevó a una fuerte presión por rendir cuentas a quienes traicionaron la confianza pública durante una crisis sanitaria. En respuesta a su inhabilitación, Vizcarra ha buscado recurrir a las instancias judiciales superiores. Su demanda de amparo fue rechazada tanto por el Sexto Juzgado Constitucional como por la Primera Sala Constitucional de Lima. A pesar de estos reveses judiciales, el exmandatario ha manifestado su intención de llevar el caso al Tribunal Constitucional y, si es necesario, a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en busca de una resolución que le permita recuperar su capacidad de postulación. A través de su cuenta en X, la red social anteriormente conocida como Twitter, Vizcarra se mostró confiado en que la justicia prevalecerá. "Las inhabilitaciones serán levantadas por ser de justicia, y podré postular el 2026, no tengan la menor duda", escribió, dejando claro que su ambición política sigue intacta. Esta afirmación ha generado un debate entre analistas y políticos, quienes se preguntan si la figura de Vizcarra podría volver a tener relevancia en un escenario electoral que ya comienza a tomar forma. El exmandatario también ha enfatizado que el proceso ha sido largo y tortuoso, argumentando que ha esperado pacientemente durante tres años para que el Poder Judicial emita su resolución. Según su perspectiva, la decisión del Poder Judicial debe ser evaluada con cautela y, sobre todo, con un enfoque en los derechos fundamentales de los ciudadanos, incluido el derecho a participar en la vida política del país. Sin embargo, la situación de Vizcarra no es sencilla. El contexto político de Perú ha cambiado drásticamente desde su salida de la presidencia, y el escándalo del 'Vacunagate' ha dejado una marca indeleble en su imagen pública. Sus detractores argumentan que su inhabilitación es un reflejo de la necesidad de responsabilidad y transparencia en el servicio público, especialmente en tiempos críticos como la pandemia. Por otro lado, la respuesta del público ante sus declaraciones y aspiraciones será clave. La memoria colectiva de los ciudadanos sobre el 'Vacunagate' y la gestión de Vizcarra durante su mandato influirán en su aceptación como candidato en futuras elecciones. Muchos peruanos aún recuerdan el descontento que llevó a su destitución y a la posterior crisis política que el país experimentó. La política peruana sigue siendo un campo de batalla complejo, donde exmandatarios como Vizcarra intentan recuperar su posición en un entorno marcado por la desconfianza y la exigencia de cambios. Con su mirada puesta en el 2026, la trayectoria de Vizcarra podría tomar varios giros inesperados dependiendo de las decisiones que tomen las instancias judiciales y la reacción del electorado ante su eventual regreso. En este panorama, la figura de Vizcarra se convierte en un ejemplo paradigmático de la lucha entre la justicia y la política, donde los límites se difuminan y el futuro se presenta incierto. Las próximas semanas serán cruciales para determinar si realmente podrá levantar su inhabilitación y, en caso afirmativo, si contará con el apoyo suficiente para presentarse como candidato en un nuevo capítulo de su carrera política.