Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En un giro inesperado, el gobierno de la presidenta Dina Boluarte se prepara para cambiar radicalmente la dirección de Petro-Perú, la estatal petrolera que ha enfrentado una aguda crisis financiera. La noticia, confirmada por diversas fuentes, indica que se realizará una reestructuración del directorio, que ha sido objeto de críticas en los últimos meses, incluyendo su presidente, Oliver Stark. Este movimiento llega en un contexto donde las tensiones entre la administración actual y el directorio de Petro-Perú han alcanzado un punto álgido, especialmente tras una reunión crucial entre ambos actores. La información sugiere que Pedro Chira, quien ya ocupó el cargo de presidente de Petro-Perú en el pasado, está destinado a regresar a la dirección de la empresa. Chira fue obligado a renunciar en 2024 debido a acusaciones de falta de transparencia, específicamente por haber "mentido a los miembros del Consejo de Ministros", según denuncias de altos funcionarios del gobierno. Este regreso ha generado inquietudes sobre la continuidad de prácticas que llevaron a la empresa a la peor crisis de su historia. Por otro lado, Óscar Vera, quien se desempeñó como ministro de Energía y Minas, parece haber negociado su ascenso a la gerencia general de Petro-Perú. Su cercanía con la empresa durante su mandato ha suscitado cuestionamientos sobre conflictos de interés, dado que nunca se realizó una investigación formal al respecto por parte de la Contraloría de la República, lo que plantea serias dudas sobre la ética de estas designaciones. El tercer actor en este nuevo esquema es Enrique Bisetti, quien ocuparía el puesto de viceministro de hidrocarburos en el Ministerio de Energía y Minas. Bisetti ha estado vinculado a la administración de hidrocarburos en el pasado, tanto durante el gobierno de Pedro Castillo como en la actual gestión, lo que le da una continuidad que puede ser problemática en un sector que demanda frescura y nuevas ideas. La decisión de reestructurar el directorio de Petro-Perú parece venir después de que Stark y su equipo manifestaran su descontento con el gobierno, señalando la falta de iniciativas concretas para fortalecer la sostenibilidad de la empresa. En una declaración reciente, Stark criticó la postura del gobierno, sugiriendo que el mismo se había quedado "en el limbo" en cuanto a decisiones críticas para la empresa, lo que desencadenó una respuesta dura por parte del presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén. César Gutiérrez, ex presidente de Petro-Perú, se ha mostrado crítico ante la posibilidad del regreso de Chira, Vera y Bisetti, afirmando que son "las personas menos apropiadas" para liderar el sector, haciendo referencia a las pérdidas significativas que la empresa ha registrado bajo sus gestiones anteriores. Esta opinión resuena entre diversos actores del sector energético, quienes ven estas designaciones como un retroceso en la búsqueda de soluciones efectivas para los problemas que enfrenta la empresa. Expertos en el área han señalado que esta reestructuración podría estar influenciada por corrientes nacionalistas dentro del gobierno, que buscan deshacerse de figuras que promueven la inversión privada en el sector energético. Esta teoría cobra fuerza en la medida que el ministro de Energía y Minas, quien ha estado promoviendo iniciativas para incentivar la inversión en minería y energía, parece estar en la mira de quienes desean mantener un control más estatal sobre estos sectores. En un contexto donde el gobierno ha mostrado una tendencia a llevar a cabo cambios drásticos en la administración pública, el camino que tomará Petro-Perú en los próximos meses se presenta como incierto. Con la salida del actual directorio y la llegada de figuras ya conocidas, muchos se preguntan si esto será suficiente para revertir la crisis económica que agobia a la empresa y al sector energético en general. La decisión del gobierno de remover al directorio de Petro-Perú y reinstalar a personajes que han estado en el centro de la controversia parece un intento de consolidar el poder en un escenario donde la presión por resultados es cada vez mayor. Sin embargo, el verdadero desafío radicará en si estos cambios se traducirán en una mejor gestión y una política energética más coherente y sostenible. Como siempre en la política, el tiempo será el mejor juez.