Maduro acusa a hackers de intentar provocar apagón nacional en Venezuela

Maduro acusa a hackers de intentar provocar apagón nacional en Venezuela

Maduro acusa un ataque cibernético que amenazó con un apagón en Venezuela, vinculado a hackers de "Anonymous" y una conspiración internacional.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro
Política 31.08.2024

Durante una reciente transmisión por el canal estatal VTV, el presidente Nicolás Maduro hizo acusaciones contundentes respecto a un supuesto ataque cibernético que habría amenazado con provocar un apagón nacional en Venezuela. Según Maduro, la amenaza provino de una cuenta en redes sociales que él atribuyó a un grupo de hackers denominado "Anonymous", al que describió como un instrumento al servicio de una guerra de odio contra el país. Maduro no se detuvo en la mera mención de la cuenta, sino que hizo hincapié en que ya se conocen sus orígenes y financiamiento, aunque no brindó detalles específicos al respecto. A lo largo de su alocución, el mandatario pareció conectar esta situación con un complot internacional, sugiriendo que hay una “sala de guerra” en Estados Unidos que está detrás de este ataque, y que su objetivo es desestabilizar el sistema eléctrico venezolano. De manera dramática, el presidente mostró una publicación de la cuenta en cuestión, que supuestamente decía: "pedimos excusas al pueblo de Venezuela por el ataque que recibirá el sistema eléctrico nacional". Según Maduro, este tipo de mensajes son pruebas de la intención de grupos anti-venezolanos de sembrar el caos en el país. La acusación se enmarca en un contexto de tensiones políticas y económicas que han caracterizado a Venezuela en los últimos años. La reacción del gobierno ante el apagón fue inmediata. Maduro destacó que más del 90 % de los supermercados del país lograron mantenerse operativos gracias a sus sistemas de autogeneración. Además, aseguró que el 100 % de los mercados populares y casi el 60 % del comercio en general también pudieron continuar funcionando, lo que indica una cierta capacidad de resiliencia ante la crisis eléctrica. Sin embargo, la situación fue grave, dado que el apagón afectó a la mayoría de los estados venezolanos, un hecho que no pasó desapercibido para los ciudadanos. Las autoridades, según mencionó el presidente, están trabajando en el embalse de Guri para restablecer la normalidad del servicio eléctrico, aunque no se ofrecieron detalles sobre la magnitud de la recuperación en las diferentes regiones del país. Un elemento que no se puede pasar por alto es el contexto que rodea estos apagones. En marzo de 2019, Venezuela ya había experimentado un evento similar que dejó a gran parte de la población sin electricidad durante cuatro días. En esa ocasión, el gobierno también responsabilizó a la oposición y a actores internacionales, como Estados Unidos y Colombia, de estar detrás de este ataque a la infraestructura nacional. En su discurso, Maduro intentó dar un mensaje de tranquilidad, diciendo que la capacidad de autogeneración de los servicios básicos, como la salud, se estaba manteniendo. De hecho, mencionó un caso específico en el que un hospital en Caracas realizó un "trasplante de médula ósea", resaltando que el sistema de salud había estado prácticamente operativo a pesar de la crisis eléctrica. Sin embargo, la falta de información detallada sobre la restauración del servicio en diferentes estados ha generado incertidumbre entre la población. Los ciudadanos, acostumbrados a crisis de esta índole, se ven en la necesidad de preguntarse cuándo podrán disfrutar de un servicio eléctrico estable y duradero. Maduro concluyó su discurso llamando a la calma y destacando la necesidad de proteger el “derecho a la paz” del pueblo venezolano. En un país donde la desconfianza hacia las autoridades y la polarización política son palpables, las palabras del presidente podrían no ser suficientes para calmar los temores de una población que ha sufrido a lo largo de años de crisis. La situación sigue siendo crítica y las investigaciones sobre estas amenazas continuarán, según prometió Maduro. Sin embargo, la realidad cotidiana de los venezolanos, marcada por la escasez y la falta de servicios básicos, plantea un escenario complicado para la estabilidad del país en el futuro cercano. La pregunta que persiste es si las declaraciones y promesas del gobierno podrán revertir la percepción de crisis y descontento que se vive en Venezuela.

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