TSJ ratifica a Maduro como ganador y desata rechazo de la oposición en Venezuela

TSJ ratifica a Maduro como ganador y desata rechazo de la oposición en Venezuela

El TSJ de Venezuela ratifica a Maduro como ganador electoral, desatando protestas y rechazo de la oposición que denuncia fraude y represión.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro
Política 22.08.2024

La reciente decisión del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela, que ha ratificado a Nicolás Maduro como ganador de las elecciones presidenciales del 28 de julio, ha desatado una ola de reacciones en el país, especialmente desde la oposición. Edmundo González Urrutia, el candidato opositor, ha enfatizado a través de las redes sociales que "la soberanía reside intransferiblemente en el pueblo", recordando así el artículo 5 de la Constitución venezolana. Esta declaración se enmarca en un contexto de creciente desconfianza hacia los organismos estatales, que muchos ven como instrumentos de un régimen que busca afianzar su control. El fallo del TSJ, anunciado por su presidenta Caryslia Rodríguez, se basa en un peritaje solicitado por Maduro para validar los resultados emitidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE). Sin embargo, la oposición no se ha hecho esperar en su rechazo, sosteniendo que González Urrutia fue el candidato más votado. Aseguran que el resultado oficial que coloca a Maduro con un 52% de los votos es un fraude que ignora la voluntad del pueblo venezolano, expresada en las urnas. La controversia se intensifica cuando se considera que la oposición ha publicado un 80% de las actas de votación a las que sus testigos tuvieron acceso, mostrando un claro triunfo de González Urrutia. Este hecho ha llevado a cuestionar no solo la legitimidad del proceso electoral, sino también la independencia del CNE y del propio TSJ, instituciones que se encuentran bajo el escrutinio de la comunidad internacional. El descontento ha trascendido las fronteras de Venezuela. Varias naciones han expresado su preocupación por el proceso electoral. Estados Unidos, así como la Unión Europea y un grupo de 22 países, han reclamado a las autoridades venezolanas la publicación de las actas electorales, que hasta el momento no han sido puestas a disposición del público. Esta falta de transparencia ha alimentado la percepción de que el régimen de Maduro se aferra al poder a través de manipulaciones y tácticas cuestionables. La respuesta del gobierno a estas protestas ha sido contundente. Tras el anuncio de los resultados, se desataron manifestaciones en diversas ciudades del país, lo que llevó a un aumento en las detenciones, con cifras que superan las 1,500 personas, según la ONG Foro Penal. Entre los detenidos se encuentran adolescentes y personas con discapacidad, un hecho que ha suscitado condenas tanto a nivel nacional como internacional. La Misión de Determinación de los Hechos de Naciones Unidas, que ha estado observando la situación en Venezuela, advirtió sobre la falta de independencia e imparcialidad de las instituciones involucradas en el proceso electoral. Esta situación ha echo eco en el discurso de líderes regionales como Gustavo Petro de Colombia y Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil, quienes incluso han planteado la posibilidad de repetir las elecciones como una forma de resolver la crisis política que se agrava en el país. En un escenario donde la legitimidad de Maduro está en entredicho, las decisiones del TSJ y del CNE se perciben como intentos desesperados por parte del régimen para consolidar su poder. La oposición, por su parte, está utilizando todos los recursos a su disposición para reclamar la verdad electoral y restablecer la confianza en las instituciones democráticas. Maduro, por su parte, ha respondido a las protestas calificando a los manifestantes de "terroristas" y "delincuentes", anunciando la habilitación de cárceles de "máxima seguridad" para aquellos que se atrevan a desafiar su gobierno. Esta retórica agresiva genera un ambiente de tensión que podría derivar en confrontaciones aún más graves entre el gobierno y la ciudadanía. Mientras tanto, el pueblo venezolano sigue atrapado en un ciclo de incertidumbre política y represión. La falta de un diálogo constructivo y la negativa del régimen a reconocer las demandas populares alimentan un descontento que podría tener repercusiones a largo plazo. Las elecciones no solo han puesto a prueba la validez del sistema democrático en Venezuela, sino que también han puesto de manifiesto la profunda crisis social y económica que enfrenta el país. La lucha por la verdad y por un futuro mejor parece estar lejos de concluir.

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