Militarización de aeropuertos pequeños en México: retos y oportunidades económicas

Militarización de aeropuertos pequeños en México: retos y oportunidades económicas

La militarización de aeropuertos pequeños en México ofrece retos y oportunidades para su gestión, buscando impulsar el desarrollo regional y la rentabilidad.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro
Política 21.08.2024

La reciente militarización de los aeropuertos pequeños en México marca un cambio significativo en la gestión de la infraestructura aeroportuaria del país. Este proceso, que ha permitido a las Fuerzas Armadas asumir el control de una serie de instalaciones de bajo tráfico, plantea numerosos retos y oportunidades para el desarrollo económico regional. Al ser estos aeropuertos complejos de menor tamaño, las secretarías involucradas, como la Secretaría de Marina (Semar) y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), se enfrentan al desafío de diseñar y ejecutar un plan de negocio efectivo que no solo asegure su operatividad, sino que también impulse su rentabilidad. Desde la integración gradual de las Fuerzas Armadas en el sector aeroportuario, se ha observado un enfoque en la optimización de la infraestructura existente. Sin embargo, la realidad es que muchos de estos aeropuertos carecen de la afluencia necesaria para generar ingresos significativos. Esta situación requiere que las autoridades militares formulen estrategias innovadoras y sostenibles que les permitan no solo mantener, sino también mejorar la calidad de los servicios ofrecidos. Según expertos en la industria aérea como Julio Zugasti, el éxito de esta iniciativa dependerá en gran medida de la capacidad de las Fuerzas Armadas para desarrollar planes de negocio que contemplen el crecimiento y la diversificación de ingresos. En este sentido, la experiencia de los grupos aeroportuarios privados se vuelve relevante, ya que han demostrado que los ingresos no aeronáuticos son fundamentales para el equilibrio financiero de un aeropuerto. En sus reportes financieros, se observa que estos ingresos han crecido de manera constante, constituyendo una parte esencial del modelo de negocio. Un claro ejemplo es el caso de OMA, donde las actividades comerciales no aeronáuticas han registrado un aumento notable en los primeros trimestres del año. Esto incluye un crecimiento del 50.8% en los salones VIP y un incremento en los ingresos por estacionamientos y restaurantes, indicando que la diversificación de servicios puede contribuir significativamente a la sustentabilidad financiera. Este tipo de ejemplos sugiere que, si las Fuerzas Armadas logran implementar estrategias similares, podrían transformar los aeropuertos pequeños en fuentes de ingreso viables. Por otro lado, el análisis de la situación en aeropuertos como el de Puerto Escondido, que ahora es operado por la Sedena, resalta la necesidad de una visión a largo plazo. Con solo un establecimiento comercial y un espacio limitado, este aeropuerto ilustra el potencial que existe para desarrollar un modelo de negocio basado en la vocación regional. Según Rosario Avilés, analista del sector, cada aeropuerto tiene la oportunidad de encontrar su nicho, ya sea como un recinto fiscalizado cercano a zonas industriales o como un punto de conexión para el turismo en regiones específicas. Sin embargo, el camino hacia una gestión aeroportuaria eficiente no es sencillo. Avilés enfatiza que se requiere una política pública clara que funcione como marco de referencia, así como una inversión sólida para atraer capitales y generar un entorno dinámico. Sin estos elementos, es probable que los esfuerzos por parte de las Fuerzas Armadas se vean limitados y no logren alcanzar los objetivos establecidos. El desafío de la militarización de los aeropuertos pequeños también se extiende a la percepción pública. La participación de las Fuerzas Armadas en la gestión de infraestructura civil podría generar inquietudes entre los ciudadanos sobre el equilibrio entre la seguridad y los intereses comerciales. Es crucial que exista una comunicación clara y transparente sobre los objetivos y beneficios de esta estrategia para ganar la confianza de la población. De igual forma, el desarrollo de un modelo de negocio efectivo requerirá la colaboración de diversos actores, incluyendo entidades gubernamentales, empresas privadas y comunidades locales. La creación de sinergias será clave para maximizar el potencial de estos aeropuertos y asegurar que su operación no solo sea rentable, sino que también contribuya al desarrollo social y económico de las regiones en las que se encuentran. El futuro de la militarización de los aeropuertos pequeños en México es incierto, pero está claro que las Fuerzas Armadas tienen una oportunidad única para redefinir la operativa aeroportuaria en el país. Con inversiones adecuadas, una visión estratégica y un compromiso con la comunidad, estos aeropuertos podrían transformarse en motores de desarrollo regional, beneficiando tanto a las economías locales como a la imagen institucional de las Fuerzas Armadas. La implementación de un plan de negocio sólido será crucial para medir el éxito de esta transición y su impacto en el sector aeroportuario en su conjunto.

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