Las protestas estallan en la Convención Demócrata a medida que se intensifican las divisiones sobre Israel-Palestina.

A medida que se desarrollaba la Convención Nacional Demócrata en el United Center de Chicago, las tensiones eran altas tanto dentro del recinto como afuera. Una significativa protesta por parte de activistas pro-Palestina destacó agudamente las divisiones dentro del Partido Demócrata sobre el apoyo de EE. UU. a Israel en medio de su conflicto en curso con Gaza. El lunes, mientras el presidente Joe Biden hacía una breve aparición antes de dirigirse más tarde ese día a los miembros del partido, miles se reunieron para expresar su desacuerdo. La protesta dio un giro dramático cuando un pequeño grupo de manifestantes rompió un cerco de seguridad que rodeaba la convención. Afortunadamente, la policía de Chicago informó que logró contener la situación rápidamente y no permitió que los manifestantes se infiltraran en el perímetro de seguridad interno. Al menos cuatro personas fueron detenidas durante el altercado. Los cánticos llenaron el aire, con consignas como "desde el río hasta el mar, Palestina será libre" resonando por las calles. Esta frase se ha convertido en un punto de conflicto en el debate en curso sobre la libertad de expresión y el antisemitismo, ya que algunas organizaciones judías argumentan que llama a la destrucción de Israel, una afirmación que los activistas pro-Palestina niegan vehementemente. Las protestas reflejaron un sentimiento más amplio entre muchos estadounidenses de izquierda, quienes sienten que la postura de la actual administración sobre Israel no ha cambiado mucho a pesar de la transición de liderazgo de Biden a la vicepresidenta Kamala Harris, quien está lista para aceptar la nominación demócrata esta semana. Entre las voces en el terreno estaba Omar Younes, cofundador de Jisoor, una organización juvenil palestina en Chicago. Expresó su desilusión con el Partido Demócrata, afirmando: "El Partido Demócrata puede presentar un nuevo rostro, pero su apoyo a la represión israelí sigue siendo el mismo". Este sentimiento resonó con muchos participantes, quienes articulaban su frustración por la inacción y la complacencia percibidas respecto a las crisis humanitarias en el extranjero. Mientras algunos manifestantes, como Tallis George Munro de Cleveland, indicaron su disposición a apoyar a Harris y su compañero de fórmula, Tim Walz, insistieron en que sus preocupaciones sobre la política exterior de EE. UU. no deberían ser desestimadas. Munro destacó la urgencia de la creciente amenaza del "nacionalismo cristiano blanco" asociado con el candidato republicano, Donald Trump, mientras al mismo tiempo exigía responsabilidad a los líderes demócratas en temas internacionales. La multitud protestante no era un monolito; las opiniones variaban sobre la participación electoral. Mientras algunos expresaban su apoyo a candidatos de terceros partidos como Jill Stein del Partido Verde, otros prometieron abstenerse del proceso electoral por completo si sus preocupaciones no eran atendidas. Esta división ilustra los desafíos que enfrenta el Partido Demócrata, mientras lucha con su identidad y las expectativas de una base progresista cada vez más vocal sobre la política exterior. Agregando mayor profundidad a la protesta, el candidato presidencial independiente Cornel West se dirigió a la multitud, enmarcando el tema en términos morales en lugar de cálculos políticos. "Esto no se trata de alguna política maquiavélica o de algún cálculo utilitario sobre una elección", declaró West. "Esto se trata de moralidad". Sus palabras resonaron con muchos que sienten que los riesgos del conflicto en curso en Gaza y la respuesta de EE. UU. van más allá de los debates políticos tradicionales, tocando cuestiones fundamentales de justicia y derechos humanos. A medida que la convención continúa, la yuxtaposición de celebración y protesta subraya la complejidad de la posición del Partido Demócrata sobre la política exterior, particularmente en lo que respecta a Israel y Palestina. Con divisiones expuestas y voces exigiendo cambio, el liderazgo del partido enfrenta una creciente presión para reconciliar diferentes puntos de vista y responder a las urgentes demandas de acción de sus seguidores de base.