Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En una reciente entrevista, el exgobernador de Rio Grande do Sul y exministro de Justicia, Tarso Genro, se pronunció sobre la situación política en Brasil y el futuro de las elecciones presidenciales de 2018. Genro, un destacado miembro del Partido de los Trabajadores (PT), expresó su confianza en que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva mantendrá su liderazgo en las intenciones de voto, a pesar de las acusaciones en su contra relacionadas con la Operación Lava Jato. En contraste, el diputado Jair Bolsonaro, aunque ha crecido en popularidad, no representaría una amenaza seria para Lula en las urnas, según Genro. Los últimos datos de una encuesta de Datafolha indican que Lula cuenta con el 30% de las intenciones de voto frente al 15% de Bolsonaro. Genro sostiene que la polarización entre estos dos candidatos marcará una confrontación entre un amplio espectro de centro-izquierda y una derecha con tendencias consideradas por él como fascistas. Asegura que la sociedad brasileña no respaldará a Bolsonaro con una base electoral significativa, lo cual, en su opinión, limita las posibilidades del diputado para ganar en una eventual segunda vuelta electoral. En el contexto de la actual huelga en Brasil, Genro reflexionó sobre su impacto. Aunque algunos analistas consideran que la fuerza del movimiento no será suficiente para detener la implementación de reformas laborales y de previsión, él resalta que la movilización es un indicador de que la izquierda y los sectores democráticos tienen capacidad para desafiar a los medios de comunicación oligopolizados que impulsan la agenda neoliberal. A su juicio, estas reformas se llevan a cabo en función de los intereses del capital financiero más que en beneficio de la población. Por otro lado, Genro no dudó en defender la inocencia de Lula frente a las acusaciones que han surgido a raíz de las delaciones de ejecutivos de Odebrecht. Para él, los testimonios presentados deben ser analizados con cautela, ya que se emiten en un "marco de excepción" y pueden contener tanto verdades como falsedades. Insiste en que no se pueden considerar pruebas definitivas sin el respaldo de evidencias materiales, lo que pone en tela de juicio la credibilidad de los mismos. Ante la pregunta de si las delaciones podrían tener un efecto positivo al sacar a la luz la corrupción en el país, Genro argumenta que cualquier investigación sobre actos corruptos tiene su lado positivo. No obstante, critica el uso de estos testimonios como instrumento de manipulación política, señalando que el proceso de Lava Jato ha desestabilizado la política brasileña, transformando a muchos políticos en víctimas de un sistema que mezcla culpables con inocentes. En relación a la situación del PT, Genro expresó su preocupación por el estado actual del partido, pero también su esperanza de que pueda recuperarse. Asegura que el PT no se quedará sin candidato en 2018, a pesar del asedio jurídico y mediático que enfrenta. Reconoce que Lula es su candidato más natural, pero también destaca la necesidad de abrirse a otras opciones, como alianzas con otros partidos o el surgimiento de nuevos líderes dentro de la izquierda. Respecto a la posible reforma política, Tarso Genro se muestra favorable a una "minirreforma" que permita refrescar el sistema y prepararlo para las elecciones generales. Aboga por la implementación de una lista cerrada que permita a los votantes conocer de antemano a quién están eligiendo, a diferencia del sistema actual que, según él, favorece la elección de personajes poco representativos. Sin embargo, Genro reconoce que la reforma no debe ser utilizada para perpetuar a los actuales líderes desgastados. La estructura política debe ser flexible y permitir la entrada de nuevos nombres que representen un cambio genuino en la política brasileña. En este sentido, menciona que el impacto de la Lava Jato podría abrir la puerta a liderazgos emergentes que no necesariamente estén vinculados a los escándalos actuales. Finalmente, Tarso Genro concluyó su análisis afirmando que no tiene intenciones de salir del PT y que, por ahora, no planea postularse a ningún cargo, a menos que surja la necesidad de una Asamblea Constituyente para abordar reformas políticas fundamentales. La situación en Brasil sigue siendo tensa y la incertidumbre en torno a las elecciones de 2018 plantea desafíos significativos para todos los actores políticos involucrados.