La batalla entre influencers y periodismo: ¿quién defiende la verdad?

La batalla entre influencers y periodismo: ¿quién defiende la verdad?

El auge de los influencers resalta el debate sobre el periodismo en Colombia, donde la verdad y la calidad informativa son esenciales.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro
Política 17.08.2024

En la era digital, el fenómeno de los influencers ha cobrado un protagonismo sin precedentes, pero también ha generado un debate profundo sobre el papel del periodismo en la sociedad. La polarización y el ataque personal han llegado a ser elementos comunes en el contenido que estos influencers producen, convirtiendo el espacio de discusión en un terreno de batalla emocional. La lógica detrás de esto no es más que el deseo de atraer la atención, de convertirse en un estándar de calidad dentro de un entorno donde la viralidad a menudo prima sobre la veracidad. Colombia, con su historia marcada por conflictos y escándalos, ha encontrado en los medios de comunicación masivos un bastión para la democracia y la defensa de sus instituciones. A lo largo de las décadas, los periodistas han sido los encargados de destapar casos de corrupción, violencia y abuso de poder, enfrentándose a enemigos poderosos, desde narcotraficantes hasta gobernantes corruptos. Es a través de esta labor que se ha construido un periodismo de calidad, un periodismo comprometido con la verdad y con el bienestar de la sociedad. Los ejemplos de magnicidios, como el de Guillermo Cano, director de El Espectador, revelan la magnitud del desafío que han enfrentado los comunicadores en el país. La historia reciente nos recuerda que, a pesar de la violencia y la censura, el periodismo independiente ha logrado mantenerse firme, gracias a la valentía de aquellos que se atreven a investigar y contar la verdad. Este legado no solo se mide en términos de audacia, sino en la capacidad de los periodistas para actuar como guardianes de la información en momentos de crisis. En medio de este contexto, surge la pregunta sobre la independencia de los medios y la calidad del contenido que producen. Aunque los propietarios de los medios de comunicación pueden ser objeto de debates, la realidad es que los periodistas han cultivado su independencia, resistiendo la presión de los dueños y priorizando la verdad en sus reportajes. Esta es una lección valiosa que no debe ser olvidada en un mundo donde la opinión de un influencer a menudo se considera más relevante que la investigación periodística. Los medios alternativos también han encontrado su lugar en este ecosistema, siempre que mantengan los estándares del periodismo y logren ofrecer contenido equilibrado y riguroso. Un ejemplo sobresaliente es La Silla Vacía, que ha logrado posicionarse como una fuente de información confiable y crítica. Sin embargo, los influencers, a menudo, no comprenden la diferencia fundamental entre hacer opinión y hacer periodismo. Mientras que el primero se basa en la interpretación personal y la subjetividad, el segundo busca una representación objetiva de la realidad. El proceso periodístico está repleto de filtros y editores que aseguran la calidad y la veracidad de la información. En contrastante, la opinión de un influencer carece de estos mecanismos de control, lo que puede llevar a la desinformación y a la simplificación excesiva de temas complejos. Este tipo de contenido tiende a apelar a las emociones y a la indignación, lo que puede ser tentador para el público, pero a la larga, contribuye a la desinformación y a la polarización social. La formación de los futuros comunicadores también se ve afectada por esta tendencia. Los estudiantes de comunicación deben entender que el objetivo de su carrera va más allá de ser influencers. La búsqueda de la verdad, la capacidad crítica y el compromiso ético son aspectos fundamentales que deben ser priorizados en su formación. El periodismo ofrece herramientas para comprender la complejidad del mundo, mientras que el camino fácil de la opinión personal puede llevar a una comprensión superficial y a la pérdida de un sentido crítico. En un país que enfrenta desafíos tan profundos, la sociedad necesita más que nunca voces moderadas y sensatas que ofrezcan explicaciones exhaustivas y que busquen representar todas las perspectivas. Las discusiones sobre temas complejos requieren un enfoque serio y fundamentado, lejos de la inmediatez y la superficialidad que muchas veces caracterizan el contenido de los influencers. A pesar de los errores cometidos por los medios y sus periodistas, el camino hacia la verdad es esencial, y la sociedad seguirá necesitando de aquellos que se comprometen con el periodismo de calidad. En este sentido, los medios deben continuar actuando como faros de luz en medio de la oscuridad del poder y los abusos, y no perder de vista su misión de informar, educar y empoderar a la ciudadanía. La lucha por la verdad es un esfuerzo colectivo que debe ser mantenido, y el periodismo es una herramienta indispensable en esta búsqueda.

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