La Corte Suprema mantiene la suspensión de las protecciones para personas transgénero de Biden; la batalla legal continúa.

En un desarrollo legal significativo, la Corte Suprema de EE. UU. ha decidido no levantar el bloqueo sobre las nuevas protecciones ampliadas para estudiantes transgénero bajo el Título IX, manteniendo el controvertido statu quo mientras se permiten que los desafíos legales en tribunales inferiores continúen. La decisión, emitida por un estrecho voto de 5-4, subraya la naturaleza polarizada de los debates en torno a los derechos transgénero en Estados Unidos. La regla federal, que fue introducida en abril de 2023, buscaba redefinir "en base al sexo" bajo el Título IX, la ley histórica de 1972 que prohíbe la discriminación por sexo en programas educativos financiados por el gobierno federal. Esta redefinición tiene como objetivo incluir explícitamente la identidad de género, ampliando así las protecciones para los estudiantes transgénero en las escuelas de todo el país. Sin embargo, la implementación de estas protecciones ha encontrado una feroz oposición de diez estados liderados por republicanos, que han argumentado que la nueva regla infringe los derechos de los padres y la privacidad de los estudiantes. Los litigios en Louisiana y Kentucky han producido hasta ahora fallos favorables para los estados que impugnan la regla federal, colocando efectivamente un bloqueo legal sobre su aplicación en esas jurisdicciones. La decisión de la Corte Suprema de permitir que estos fallos de tribunales inferiores se mantengan no resuelve el asunto, sino que lo devuelve al proceso judicial para un examen y debate más profundos. Esto probablemente prolongará la incertidumbre en torno a la aplicación del Título IX en lo que respecta a los estudiantes transgénero. La alineación del juez conservador Neil Gorsuch con los jueces liberales de la corte en desacuerdo durante esta votación crítica resalta la complejidad y el matiz dentro de la corte en relación con los temas de identidad de género y discriminación. La opinión disidente refleja una creciente preocupación por las implicaciones de prohibir la implementación de protecciones federales que buscan asegurar la igualdad en la educación. El fiscal general de Tennessee, Herbert Slatery, celebró la decisión de la Corte Suprema como una victoria por la "privacidad de los estudiantes, la libertad de expresión y el estado de derecho", lo que indica la narrativa conservadora más amplia que busca limitar los derechos transgénero en entornos educativos. Mientras tanto, los defensores de los derechos transgénero expresan su descontento por la decisión de la corte. Cathryn Oakley de Human Rights Watch calificó el resultado de "decepcionante", señalando la influencia continua de "fuerzas de extrema derecha" que siguen obstruyendo protecciones vitales de derechos civiles para los jóvenes. El telón de fondo de esta batalla legal es una atmósfera nacional cada vez más cargada de maniobras políticas en torno a los temas transgénero. En muchos estados liderados por republicanos, han surgido leyes que restringen los derechos de los estudiantes transgénero, incluyendo el acceso a baños de acuerdo con su identidad de género y la participación en deportes escolares. Si bien la nueva regla del Título IX no aborda específicamente los deportes, sí prohíbe a las escuelas tratar a los estudiantes transgénero de manera diferente a sus compañeros, incluso en lo que respecta al acceso a baños. A medida que el panorama legal continúa evolucionando, la última decisión de la Corte Suprema sirve como un recordatorio de que la lucha por los derechos transgénero aún está lejos de resolverse. Con los tribunales inferiores ahora encargados de deliberar más sobre las implicaciones de la nueva regla, es probable que los próximos meses sean testigos de una continua contención y debate, mientras ambos lados del espectro abogan por sus respectivas interpretaciones de los derechos civiles y las protecciones en la educación.