El vuelo de Trump toma un desvío inesperado: un aterrizaje de emergencia añade un giro a la campaña.

El expresidente Donald Trump experimentó un momento de turbulencia inesperada la semana pasada durante un vuelo hacia un mitin en Montana, lo que obligó a realizar un aterrizaje de emergencia debido a un mal funcionamiento reportado. El incidente ocurrió el viernes por la tarde cuando Trump, acompañado por el extesorero del estado de Ohio, Josh Vance, su esposa Usha, su perro Atlas, personal de la campaña y miembros de la prensa, se dirigía desde Milwaukee. Según un comunicado de la portavoz de Vance, Taylor VanKirk, la emergencia fue provocada por un problema con el sello de la puerta de la aeronave. El piloto del avión, conocido como Trump Force Two, tomó rápidamente la decisión de regresar a Milwaukee tras declarar una emergencia. Una vez resuelto el problema, el vuelo reanudó su curso original hacia Cincinnati. Los pasajeros a bordo del avión fueron informados de la situación poco después del despegue. The New York Times informó que aproximadamente cuatro minutos después de iniciar el vuelo, el piloto instruyó a todos a abrocharse los cinturones de seguridad. Aunque la gravedad de la situación no fue inmediatamente evidente para algunos pasajeros, los agentes del Servicio Secreto supuestamente reaccionaron con confusión y risas en la cabina. Solo después de que el avión aterrizara de manera segura se reconoció plenamente la seriedad del incidente. Después de que el avión tocó tierra, el piloto se dirigió nuevamente a los pasajeros, disculpándose de manera humorística por las "frecuencias cardíacas elevadas" que había causado el anuncio de emergencia. Afortunadamente, no se reportaron lesiones durante el incidente, y las acciones rápidas y decisivas del equipo de vuelo aseguraron la seguridad de todos a bordo. Este incidente no es la primera vez que los planes de vuelo de Trump atraen atención. A principios de mayo, otra aeronave de la flota de Trump supuestamente rozó un jet privado estacionado mientras rodaba en una pista en Florida, aunque no está claro si Trump estaba a bordo en ese momento. En un momento más ligero que ocurrió a principios de mes, Vance aprovechó la oportunidad para interactuar con los medios mientras los aviones de ambos, él y la vicepresidenta Kamala Harris, estaban coincidentemente estacionados cerca uno del otro en Wisconsin. En tono de broma, comentó a los reporteros mientras recorría el área: "Solo quería revisar mi futuro avión", destacando la naturaleza a veces caprichosa de las campañas políticas. A medida que Vance continúa con sus esfuerzos de campaña, este incidente sirve como un recordatorio de la naturaleza impredecible de los viajes, particularmente para aquellos que están en el ojo público. Por ahora, tanto el expresidente como su equipo están a salvo, y el mitin en Montana sigue en pie, subrayando el espíritu resiliente que a menudo define los viajes políticos.