Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El pleno del Congreso de la República ha dado un paso significativo en la política internacional al aprobar dos mociones que condenan la alarmante situación política y social que enfrenta Venezuela. Con 63 votos a favor, 25 en contra y 13 abstenciones, los legisladores han expresado su rechazo a las violaciones sistemáticas de los derechos humanos perpetradas por el gobierno de Nicolás Maduro. Esta decisión se produce en un contexto marcado por graves irregularidades en el reciente proceso electoral que, a pesar de las denuncias de la oposición, proclamó a Maduro como presidente por segunda vez. Las mociones fueron impulsadas por Fuerza Popular, que aboga por el apoyo del Parlamento peruano al pueblo venezolano, y resaltan la importancia de proteger los derechos civiles y políticos de los ciudadanos. El texto de la primera moción, Moción de Orden del Día 12477, enfatiza la necesidad de que las autoridades venezolanas respeten el sufragio universal y garanticen la transparencia electoral, afirmando que los resultados deben reflejar la voluntad popular. Esta postura se encuentra en línea con las demandas de muchos en la comunidad internacional que piden un cambio en la gobernanza de Venezuela. Mientras tanto, la Moción número 12613, respaldada por legisladores de diferentes agrupaciones políticas, se centra en condenar la represión y violencia sistemática que ha sufrido la oposición. Este documento subraya el uso de grupos irregulares por parte del gobierno para intimidar a disidentes y critica el abuso de poder en el contexto de las recientes protestas. Las denuncias sobre la persecución política y la falta de un sistema judicial imparcial han resaltado la urgencia de la situación en el país vecino. El congresista Alejandro Cabero, de Avanza País, fue uno de los que más enfáticamente exigió al gobierno venezolano que demuestre la legitimidad de su victoria electoral, sugiriendo que la oposición ha presentado pruebas sólidas de su triunfo. Este llamado a la transparencia resuena en la comunidad internacional, que ha cuestionado la credibilidad de las elecciones en Venezuela y ha instado a un diálogo constructivo para resolver la crisis política. Sin embargo, no todos los legisladores coinciden con esta posición. El congresista Guido Bellido, de Podemos Perú, defendió la soberanía de Venezuela y pidió respeto por los resultados electorales. Este punto de vista pone de relieve la complejidad del debate, donde la soberanía y los derechos humanos parecen estar en un tira y afloja constante. Por su parte, Germán Tacuri, del Bloque Magisterial, recordó que cada nación debe buscar sus propias soluciones a los problemas internos y subrayó la necesidad de que Venezuela enfrente su situación sin injerencias externas. Este tipo de afirmaciones sugieren un enfoque de no intervención que contrasta con la postura de muchos otros países que abogan por una mayor presión internacional sobre el régimen de Maduro. Adicionalmente, Jaime Quito, de la bancada socialista, cuestionó la capacidad de los miembros del Congreso para dar lecciones de democracia, señalando que aún no se ha conformado una comisión que investigue las muertes ocurridas durante las protestas en Perú. Este comentario resalta la tensión existente en el sistema político peruano y sugiere que la crítica interna también debe ser considerada. Por último, Adriana Tudela, también de Avanza País, cerró el debate con una contundente afirmación: "No existe soberanía sin libertad". Su intervención subraya la necesidad de que los ciudadanos venezolanos gocen de sus derechos y libertades fundamentales, así como la urgencia de un cambio en la administración de Maduro, que muchos consideran como un obstáculo para la democracia en la región. Con estos pronunciamientos, el Congreso de Perú no solo refleja la preocupación por la situación en Venezuela, sino que también pone de manifiesto las divisiones internas sobre cómo abordar la crisis. La comunidad internacional sigue atenta a los desarrollos en Venezuela, mientras el pueblo venezolano continúa su lucha por recuperar sus derechos y libertades. En un contexto donde la democracia parece estar en peligro, la solidaridad y la acción internacional se vuelven más necesarias que nunca.