Nuevo reglamento ambiental en Perú busca impulsar sostenibilidad en industrias

El reciente Decreto Supremo 012-2024-PRODUCE, publicado el 9 de agosto por el Ministerio de la Producción (Produce), ha generado un revuelo en el sector de la industria manufacturera y el comercio interno. Esta modificación del reglamento de gestión ambiental, que abarca más de 30 artículos, busca responder a las nuevas exigencias normativas en materia ambiental, reflejando la creciente preocupación por la sostenibilidad y la protección del medio ambiente en las actividades industriales. La modificación del reglamento no es solo una formalidad burocrática. Se trata de un esfuerzo del Produce por adecuar el marco regulatorio a las realidades cambiantes del entorno ambiental. Según la información proporcionada, se identificaron varios aspectos del documento anterior que necesitaban ser revisados y actualizados. De este modo, se pretende ofrecer mayor claridad y certidumbre jurídica a los actores del sector manufacturero y del comercio interno, que son fundamentales para la economía del país. Una de las actualizaciones más relevantes se refiere a la implementación de un buzón de sugerencias, un mecanismo que permitirá a los ciudadanos participar de manera activa en la gestión ambiental. Este buzón, mencionado en el Reglamento de Participación Ciudadana, busca fomentar un diálogo constructivo entre la industria y la población. Se alinea con la Política Nacional del Ambiente al 2030, resaltando la importancia de la participación ciudadana como un componente clave en la toma de decisiones ambientales. El nuevo reglamento tiene como objetivo regular y establecer las medidas y procedimientos necesarios para garantizar la gestión ambiental en la industria manufacturera y el comercio interno. Esto es particularmente relevante en un contexto donde se ha demostrado que muchas empresas en el Perú aún no cumplen con los principios de sostenibilidad ambiental, lo que pone en riesgo no solo los recursos naturales, sino también la salud de la población y la calidad de vida de las comunidades. Datos recientes indican que, a pesar de las iniciativas por parte del gobierno y de ciertos sectores de la industria, la mitad de las empresas en Perú no cumplen con principios de sostenibilidad ambiental. Esta situación plantea un desafío considerable, pero también una oportunidad para que el nuevo reglamento impulse cambios significativos en la manera en que las empresas abordan su responsabilidad ambiental. Asimismo, el ministro de Producción ha destacado que estas modificaciones también buscan estimular un crecimiento sostenible en el sector, que a menudo se enfrenta a desafíos por la falta de claridad en las regulaciones. Con la implementación de un marco más claro y actualizado, se espera que las empresas puedan adaptarse más fácilmente a las exigencias ambientales y, a su vez, contribuir a la conservación de los recursos naturales. Es importante mencionar que el reglamento no solo fija responsabilidades y procedimientos, sino que también promueve el uso sostenible de los recursos naturales, un aspecto crucial en un país rico en biodiversidad y recursos. A través de medidas específicas, se busca que las empresas no solo cumplan con la normativa, sino que también adopten prácticas que favorezcan el desarrollo sostenible. En conclusión, la modificación del reglamento de gestión ambiental para la industria manufacturera y el comercio interno representa un avance significativo hacia la sostenibilidad en el Perú. La implementación de estas normas no solo prevé una mayor regulación, sino que también promueve una cultura de participación y responsabilidad compartida entre la industria y la ciudadanía. Si se ejecuta de manera adecuada, este nuevo marco podría marcar el inicio de una era más verde y sostenible para el país, beneficiando tanto a la economía como al medio ambiente. Como siempre, el éxito de estas iniciativas dependerá de la voluntad de las empresas para adaptarse y del compromiso del gobierno para hacer cumplir las nuevas regulaciones. La colaboración entre el sector privado, la sociedad civil y el Estado será esencial para lograr los objetivos planteados en la nueva normativa y avanzar hacia un futuro más sostenible.