Caracas en el top 10 de las ciudades menos habitables del mundo en 2024

Caracas se ha visto nuevamente posicionada en una alarmante lista que pone de relieve la cruda realidad de la vida en la capital venezolana. El último informe de The Economist Intelligence Unit, en su índice de habitabilidad global para 2024, revela que Caracas ocupa el décimo lugar entre las 10 ciudades menos habitables del mundo. Con un puesto general de 164 de 173, esta situación resalta la profunda crisis que atraviesa la ciudad y el país en su conjunto, donde la calidad de vida se ha visto severamente deteriorada. La evaluación de Caracas muestra una calificación total de 44.9, siendo el factor de estabilidad el que más la perjudica, con una alarmante puntuación de 35. Este aspecto refleja no solo la violencia y el crimen que asola la ciudad, sino también la falta de un gobierno efectivo y de un marco de seguridad que proteja a sus ciudadanos. Asimismo, la atención médica, con una puntuación de 37.5, pone de manifiesto la crisis del sistema de salud, que no logra satisfacer las necesidades básicas de la población. El análisis de expertos, como el analista político Luis Alberto Villamarín, identifica la migración hacia Caracas como una de las razones fundamentales detrás de esta baja habitabilidad. Cada vez más personas se trasladan a la capital buscando mejores oportunidades, pero este fenómeno ha generado un hacinamiento extremo y ha exacerbado la crisis urbana. Villamarín advierte que los colectivos chavistas y otros grupos armados influyen en la vida cotidiana de los ciudadanos, cerrando las posibilidades económicas y sociales, lo que lleva a una mayor desesperación. El informe resalta que para mejorar las condiciones en Caracas, es indispensable una reestructuración profunda de la política de administración del Estado. Villamarín sugiere que este cambio debe ir acompañado de un enfoque distinto al actual, que evite la ideologización de la seguridad y busque un manejo más efectivo de los asuntos públicos. Esto no solo es necesario para la capital, sino para todo el país, que enfrenta una crisis institucional. Además, el analista propone la intervención de un organismo internacional, como la ONU, para liderar la necesaria reconstrucción de Venezuela. Esta intervención debería incluir la negociación para la salida del actual régimen de Nicolás Maduro y el establecimiento de un plan estratégico de desarrollo integral que contemple al menos dos décadas de trabajo. Sin esta acción coordinada, advierte, el país seguirá inmerso en el caos, con un aumento del hacinamiento y la violencia. La lista de ciudades menos habitables está encabezada por Damasco, Siria, que ocupa el último lugar con un puntaje de 173. Este hecho refleja cómo años de conflicto armado han arrasado la infraestructura y la economía, dejando a sus ciudadanos en condiciones desesperadas. Otros lugares en la lista, como Trípoli y Argel, también muestran los efectos devastadores de la inestabilidad política y la violencia en la calidad de vida de sus habitantes. Mientras tanto, en el extremo opuesto de la escala, Viena ha sido declarada la ciudad más habitable por tercer año consecutivo, con una impresionante puntuación de 98.4. Esta disparidad pone de relieve las diferentes realidades que coexisten en el mundo y nos recuerda que la calidad de vida es un derecho que, en muchos lugares, aún está lejos de ser alcanzado. En el contexto latinoamericano, la situación de Caracas es especialmente preocupante, dado que no solo es la única ciudad de la región en el top 10 de las menos habitables, sino que también refleja una tendencia más amplia de deterioro social y económico en Venezuela. La migración masiva, la falta de oportunidades y la crisis humanitaria han llevado a que muchos venezolanos busquen refugio en otros países, dejando atrás un hogar que se ha convertido en símbolo de sufrimiento. Finalmente, es vital que tanto la comunidad internacional como la sociedad civil dentro de Venezuela tomen conciencia de esta crisis. La habitabilidad de Caracas no solo es un indicador de la calidad de vida en la ciudad, sino también de la situación de un país que, a pesar de su riqueza en recursos, ha caído en un ciclo de crisis que parece no tener fin. La recuperación de Caracas y de Venezuela en su conjunto requiere un esfuerzo coordinado, compasivo y comprometido para devolver a sus ciudadanos la dignidad que merecen.