Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En el corazón de Carolina del Sur, donde la calidez y la anticipación llenaban el aire, la gira de pretemporada del Manchester United ha capturado la esencia de un club en transformación. Con la reciente adquisición de una participación mayoritaria por parte de Sir Jim Ratcliffe, la atmósfera que rodea al equipo ha cambiado, marcada por una mezcla de nuevas ideas y un sentido de familiaridad mientras Erik ten Hag se enfrentaba nuevamente a los medios. Bajo los cielos lluviosos del Estadio Williams-Brice, Ten Hag discutió experimentos tácticos, notablemente la prueba de Jadon Sancho como falso nueve, una posición que ya había explorado durante la gira por EE. UU. del año pasado. Si bien el entrenador se mantiene firme en su enfoque, su disposición a adaptarse podría resultar crucial tras un decepcionante octavo lugar en la temporada pasada. El desafío de integrar a los nuevos fichajes y acomodar a jugadores existentes, como Marcus Rashford y Bruno Fernandes, en una unidad cohesiva es central para las ambiciones de Ten Hag a medida que se avecina la competencia. El estilo de gestión de Ten Hag está evolucionando, adoptando un marco más colaborativo con el personal técnico recién reestructurado. La llegada de Ruud van Nistelrooy ha inyectado energía fresca en la dinámica del equipo, con el exdelantero centrándose tanto en el poder ofensivo como en la organización defensiva. Los jugadores han respondido positivamente, destacando la atención al detalle de Van Nistelrooy y su valor al compartir conocimientos adquiridos a lo largo de su extensa carrera. La continua sincronización entre Ten Hag y su equipo de liderazgo futbolístico, que incluye discusiones diarias con Sir Dave Brailsford y otros, indica un cambio respecto al desorden del régimen anterior. La camaradería y unidad mostradas durante las sesiones de entrenamiento—ejemplificadas por momentos ligeros como juegos improvisados de piedra, papel o tijera—reflejan una moral renovada y una atmósfera más relajada. Los jugadores han señalado la importancia de establecer relaciones positivas, esenciales para una campaña exitosa. Si bien la gira se centra en fortalecer los lazos comerciales y conectar con los aficionados, los jugadores han aprovechado su tiempo libre en Los Ángeles para relajarse. Con una base más estable en comparación con el extenso calendario de viajes del año pasado, el equipo del United ha abrazado la oportunidad de unirse, sumergirse en actividades recreativas y enfocarse en el rendimiento. Sin embargo, la gira no ha estado exenta de desafíos. Lesiones, particularmente a la prometedora estrella Leny Yoro, han ensombrecido el viaje. Los intentos del club por gestionar su lesión de manera discreta revelan el continuo acto de equilibrio estratégico entre nutrir a las jóvenes estrellas y satisfacer las necesidades inmediatas del equipo. La presión por reforzar la plantilla es palpable, especialmente a medida que las negociaciones por refuerzos defensivos se intensifican. A medida que el Manchester United se prepara para regresar a Carrington, el próximo partido por el Community Shield contra el Manchester City se presenta como un gran desafío. Con jugadores clave regresando, Ten Hag enfrenta decisiones críticas sobre la selección del equipo, buscando aprovechar la nueva energía y cohesión desarrolladas durante la gira para lograr un éxito tangible en el campo. El nuevo comienzo para el club es palpable, y a medida que se acerca la temporada, el objetivo colectivo de restaurar al Manchester United a su antigua gloria está firmemente a la vista.