Denuncian vínculo entre asesor del Congreso y club de fútbol en horario laboral

La reciente denuncia presentada en el programa “Panorama” ha puesto en el centro de la controversia al presidente del Congreso, Eduardo Salhuana, y su despacho. Según el informe, Jamill Marzuka Cortez, un asesor que trabaja para Salhuana, también ocupa un puesto en el club César Vallejo de Trujillo, el cual está vinculado al político César Acuña. Lo más alarmante de la situación es que ambos trabajos se solapan en el horario laboral del Congreso. Marzuka Cortez, quien se desempeña como asesor de Marketing y Comunicaciones del club César Vallejo, recibe un salario que supera los S/7.000 mensuales por su labor en el despacho de Salhuana. Sin embargo, su presencia en eventos del club durante horas de trabajo del Congreso plantea serias dudas sobre la ética de su doble función laboral. La situación se torna aún más complicada al observar que fue visto en un evento reciente, la presentación del reconocido futbolista Paolo Guerrero como nuevo jugador del club, en plena jornada laboral. Además de estos eventos, se ha documentado que Marzuka asistió a la firma de un convenio entre el club y un patrocinador el 21 de enero de 2023, un día laborable en el Congreso. A pesar de esta evidencia, no se han registrado descuentos en su salario por ausencias laborales, lo que sugiere una falta de supervisión o regulación en torno a las actividades de los funcionarios del Congreso. Salhuana, al ser consultado sobre la situación de Marzuka, mostró una clara falta de conocimiento sobre el estado laboral de su asesor. Inicialmente, reconoció que conocía al asesor, pero luego dudó sobre si realmente trabajaba en su despacho. "Tengo entendido que trabaja para la bancada de APP, tendría que revisar", expresó. Esta falta de claridad sobre la situación laboral de sus asesores genera preocupación sobre la transparencia y la responsabilidad dentro del Legislativo. Por su parte, Marzuka se defendió afirmando que su trabajo en el club César Vallejo no interfiere con sus responsabilidades en el Congreso, argumentando que sus labores para el club se llevan a cabo en horarios distintos, principalmente los fines de semana. Sin embargo, la discrepancia entre su versión y la evidencia presentada por “Panorama” deja una sensación de desconfianza en torno a su declaración. La situación no solo concierne a la ética personal de un funcionario, sino que también plantea interrogantes sobre el uso de recursos públicos y la dedicación real de los asesores que trabajan en el Congreso. ¿Es aceptable que un funcionario público tenga un segundo empleo que se superponga con su horario oficial? Este dilema ético podría tener repercusiones más amplias en la percepción pública sobre la integridad de las instituciones políticas. Expertos advierten que la expansión de la minería ilegal en el país está estrechamente relacionada con las conexiones entre el sector político y actividades ilícitas. La situación de Marzuka podría ser un ejemplo más de cómo ciertas prácticas poco transparentes pueden permear las estructuras gubernamentales. En este contexto, la denuncia de “Panorama” se convierte en un llamado a la reflexión sobre la necesidad de una mayor regulación y supervisión en los empleos de funcionarios públicos. Para los ciudadanos, el hecho de que un asesor del presidente del Congreso esté vinculado a un club de fútbol mientras recibe un salario del Estado puede ser visto como un abuso de confianza. La falta de claridad y la ambigüedad en las declaraciones de Salhuana sobre el estado laboral de Marzuka no contribuyen a restaurar la confianza en las instituciones. A medida que la situación se desarrolla, será crucial observar cómo la Oficina de Ética del Congreso y otras autoridades pertinentes abordarán esta denuncia. La ciudadanía exige una respuesta clara y acciones que garanticen la transparencia y la legalidad en el funcionamiento del Congreso. La capacidad del Gobierno para manejar estas situaciones de manera efectiva es fundamental para mantener la legitimidad y la confianza pública en la democracia. En un contexto donde la política se enfrenta a críticas constantes por corrupción y falta de ética, cada caso como este representa una oportunidad para establecer precedentes y fortalecer las instituciones. La transparencia y la rendición de cuentas deben ser pilares fundamentales en la función pública, y el caso de Eduardo Salhuana es una oportunidad para reflexionar sobre estos valores esenciales.