Maduro reafirma promesas de vivienda en medio de tensiones y elecciones en Venezuela

Maduro reafirma promesas de vivienda en medio de tensiones y elecciones en Venezuela

Maduro reafirma promesas electorales de vivienda en medio de tensiones políticas y económicas, mientras las elecciones se acercan en Venezuela.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Política 28.07.2024

En un ambiente marcado por la tensión política y la incertidumbre económica, el presidente Nicolás Maduro ha hecho eco de sus promesas electorales en la víspera de los comicios que definirán su futuro político en Venezuela. A pesar de la prohibición de realizar propaganda electoral tras el cierre de la campaña, el mandatario no dudó en hacer declaraciones contundentes sobre su intención de construir un ambicioso número de viviendas en los próximos seis años, en un acto transmitido por el canal estatal VTV. "Vamos por más, hay mucha gente que necesita su vivienda y la va a tener", aseguró Maduro, enfatizando su compromiso con la construcción de 500,000 viviendas anuales, lo que, a su juicio, podría traducirse en al menos tres millones de hogares durante su hipotético tercer mandato. La afirmación de que "ya empezamos" con las obras de vivienda para el 2025 se alinea con su discurso de esperanza y desarrollo, a pesar de las críticas que su administración ha enfrentado en el ámbito de derechos humanos y gestión económica. Maduro, quien ha estado en el poder desde 2013, también aprovechó la oportunidad para criticar a la oposición, en particular a la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), sugiriendo que sus propuestas llevarían a un retroceso en los derechos del pueblo. En un contexto donde muchos venezolanos enfrentan dificultades para acceder a servicios básicos, su retórica se centra en la defensa de un modelo socialista frente a las alternativas que él asocia con la privatización y el enriquecimiento de una élite. Durante su discurso, el presidente hizo preguntas retóricas a sus seguidores, cuestionando si estaban dispuestos a aceptar un sistema similar al de Argentina bajo la presidencia de Javier Milei, en una clara alusión a la polarización que existe actualmente en la política latinoamericana. La respuesta unánime de su público fue un claro rechazo a tales propuestas, lo que refleja el fervor que aún mantiene su base de apoyo en medio de la adversidad. El Consejo Nacional Electoral (CNE) ha dejado claro que la campaña electoral terminó el jueves anterior, y que cualquier tipo de proselitismo queda prohibido. Sin embargo, la actuación de Maduro parece desafiar estas normativas, generando preguntas sobre la equidad del proceso electoral y la capacidad de la oposición para competir en condiciones justas. Entre los candidatos que buscan desafiar a Maduro se encuentran figuras de la oposición como el exembajador Edmundo González Urrutia, quien representa a la PUD, junto a otros aspirantes que incluyen al pastor evangélico Javier Bertucci y al comediante Benjamín Rausseo. La diversidad de candidatos refleja un espectro político más amplio, pero muchos se preguntan si podrán realmente capitalizar el descontento popular y desafiar al oficialismo en un contexto que ha estado marcado por la represión y la falta de libertades. Los más de 21 millones de electores censados en el país se enfrentarán a un dilema en las urnas que va más allá de la simple elección de un líder. La situación económica precaria, con inflación galopante y una crisis humanitaria sin precedentes, ha dejado huellas profundas en la sociedad venezolana. La promesa de viviendas y el discurso de desarrollo de Maduro podrían resonar en un electorado cansado de la crisis, aunque también podrían ser vistos como meras palabras vacías por aquellos que han vivido en carne propia las dificultades del día a día. A medida que se acercan las elecciones, la tensión en el país se incrementa. Las fuerzas de seguridad han estado desplegadas en diferentes puntos estratégicos, lo que ha suscitado preocupaciones sobre la posibilidad de violencia y represión en el contexto electoral. Las elecciones presidenciales no solo determinarán el futuro inmediato de Venezuela, sino que también podrían tener repercusiones significativas en la región, dado que la situación de Venezuela sigue siendo un tema de interés internacional. Las promesas de Maduro, aunque optimistas, contrastan con una realidad compleja. La comunidad internacional observa de cerca, esperando resultados que puedan indicar un cambio en la trayectoria del país o, por el contrario, la continuación de un ciclo de crisis. Los días venideros son cruciales para el destino de Venezuela, donde las decisiones que se tomen en las urnas podrían definir el camino hacia una posible recuperación o un mayor aislamiento y descontento.

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