Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
A medida que se acerca el 28 de julio, fecha marcada para las elecciones presidenciales en Venezuela, la comunidad venezolana en Perú se moviliza para ejercer su derecho al voto. Más de 69 mil ciudadanos inscritos en el registro electoral del Consejo Nacional Electoral (CNE) han manifestado su intención de participar en el proceso electoral que promete ser decisivo para el futuro de la nación sudamericana. La única sede de votación en Lima será la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela, ubicada en la Av. Arequipa 298, donde las mesas de votación estarán abiertas desde las 6:00 de la mañana. La elección de este año presenta un escenario competitivo con diez candidatos, entre los cuales se destacan el actual presidente Nicolás Maduro y el diplomático opositor Edmundo González Urrutia. Este último, quien se presenta bajo la alianza política Plataforma Unitaria Democrática (PUD), ha captado la atención de los votantes gracias a su larga trayectoria en la política venezolana y su experiencia como embajador en diferentes países. González Urrutia, de 74 años, ha sido figura clave en la oposición venezolana, habiendo ocupado cargos importantes como el director del Comité de Coordinación y Planificación Estratégica del Ministerio de Relaciones Exteriores, así como director general de Política Internacional. Su carrera diplomática ha sido reconocida y su candidatura ha generado expectativas entre los venezolanos que anhelan un cambio en el liderazgo del país. A medida que las encuestas indican que González Urrutia lidera ampliamente las preferencias electorales frente a Maduro, con una diferencia que varía entre el 18% y el 25%, los ojos de los votantes opositores están puestos en la posibilidad de un cambio significativo. Según Luis Vicente León, presidente de Datanalisis, el clima electoral se presenta favorable para el opositor, lo que ha generado un ambiente de esperanza entre quienes han soportado años de crisis en Venezuela. Sin embargo, el camino hacia unas elecciones libres y transparentes ha sido complicado. La comunidad internacional ha observado de cerca el proceso, y los grupos de derechos humanos han señalado la necesidad de garantizar un entorno seguro para todos los votantes. En este contexto, el voto en el extranjero se convierte en un aspecto crucial, ya que muchos venezolanos han tenido que abandonar su país en busca de mejores oportunidades y condiciones de vida. La convocatoria para votar desde el exterior es un momento de gran importancia, no solo para quienes han llegado a Perú en los últimos años, sino también para aquellos que aún mantienen la esperanza de un futuro mejor para Venezuela. La participación activa en las elecciones representa una forma de expresar su descontento con el régimen de Maduro y un deseo de cambio. Los venezolanos en Lima se preparan para este evento cívico con la esperanza de que su voto no solo cuente, sino que también influya en el rumbo de su nación. La Embajada de Venezuela en Lima es un punto de encuentro para la diáspora, donde los compatriotas podrán reunirse y compartir sus inquietudes sobre el futuro del país. A pesar de la incertidumbre que rodea el proceso electoral en Venezuela, el compromiso de la comunidad venezolana en el extranjero se mantiene firme. Muchos consideran que su participación es vital para la construcción de un nuevo capítulo en la historia de Venezuela, uno que pueda traer consigo prosperidad y estabilidad. En la espera de la jornada electoral, el llamado es claro: todos los venezolanos en Perú deben ejercer su derecho al voto y hacerse escuchar. La fecha del 28 de julio no solo es una oportunidad para decidir quién liderará el país, sino también una ocasión para reafirmar la identidad y la lucha por un futuro mejor. A medida que se acercan las festividades patrias en Perú, la comunidad venezolana se ve inmersa en un ambiente de reflexión y acción. Con el frío anunciando su llegada a algunos distritos de Lima, la calidez del deseo de cambio y de esperanza se siente más fuerte que nunca entre quienes están dispuestos a levantarse y hacer que su voz sea escuchada en las urnas.