Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Hoy en día, Venezuela se encuentra ante un escenario político crucial: la próxima elección presidencial está en el horizonte y, por primera vez, una generación de jóvenes que solo ha conocido el chavismo como forma de gobierno se prepara para ejercer su derecho al voto. Ante esta encrucijada histórica, se mezclan la desconfianza y la esperanza en un futuro mejor. Carla Zambrano, una estudiante de 22 años, expresa su intención de participar en las elecciones, aunque con cierto escepticismo. Ella reconoce que se registró como electora más por obligación que por convicción, influenciada por sus profesores y abuelos. Por otro lado, su amiga Astrid de Nobrega, de 20 años, lamentablemente no podrá votar al no haberse inscrito a tiempo en el padrón electoral, mostrando las trabas burocráticas que enfrentan los jóvenes. La joven Astrid ve con ilusión la posibilidad de un cambio político con la victoria del opositor Edmundo González Urrutia, representante de María Corina Machado. En contraste, Carla expresa su escepticismo, señalando la posibilidad de manipulación por parte de las autoridades en un proceso electoral que ha sido cuestionado en el pasado por la oposición. En medio de esta coyuntura, Nicolás Maduro busca un tercer mandato consecutivo en unas elecciones que se celebrarán el 28 de julio. La participación de los jóvenes en el proceso electoral ha sido históricamente baja, con cifras que reflejan una falta de confianza en el sistema político actual. La ONG Voto Joven reporta que 600,000 jóvenes se han inscrito por primera vez en el registro electoral este año, un indicio de un potencial cambio en la participación de este grupo demográfico. La situación económica en Venezuela ha sido un factor determinante en la vida de los jóvenes, con una contracción del 80% en la economía en siete años y una hiperinflación que ha afectado a toda la población. La crisis económica, política y humanitaria ha impulsado a millones de venezolanos a emigrar en busca de mejores oportunidades, generando un sentimiento de incertidumbre y desesperanza entre los jóvenes que se quedan en el país. En medio de este panorama, surgen grupos de jóvenes activistas tanto a favor como en contra del gobierno actual, realizando esfuerzos para movilizar a la población joven a participar en las elecciones. Mientras algunos como el Movimiento Futuro buscan refrescar la imagen del chavismo, otros jóvenes expresan su deseo de cambio y la posibilidad de emigrar si las condiciones no mejoran en el país. En un estudio de la encuestadora ORC Consultores se revela que un porcentaje significativo de la población venezolana estaría dispuesta a emigrar en caso de que Maduro sea reelegido, evidenciando el deseo de encontrar un futuro más próspero fuera de las fronteras nacionales. Sin embargo, también persiste la esperanza de transformar Venezuela en un país mejor, un ideal compartido por muchos jóvenes que sueñan con un futuro prometedor en su tierra natal. En este contexto de desconfianza y esperanza, los jóvenes venezolanos se preparan para un momento crucial en la historia política de su país. La decisión que tomen en estas elecciones no solo definirá el rumbo del país en los próximos años, sino que también marcará el inicio de una nueva etapa en la participación política de una generación que anhela un cambio significativo para su futuro y el de Venezuela.