Desafíos de las mujeres peruanas en cargos directivos y políticos: una asignatura pendiente

Desafíos de las mujeres peruanas en cargos directivos y políticos: una asignatura pendiente

La participación de mujeres en liderazgo político y puestos directivos en Perú sigue rezagada, a pesar de avances educativos. Brecha de género evidente en cargos de poder. Promover liderazgos femeninos es clave para la equidad.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro
Política 09.03.2024
En el Perú, la participación de las mujeres en puestos directivos y liderazgos políticos sigue siendo una asignatura pendiente. A pesar de los avances en cuanto a la educación y la preparación académica de las mujeres en el servicio civil, las cifras muestran una clara disparidad en cuanto a su acceso a cargos de poder y toma de decisiones. Según un informe de ECData, en las direcciones generales de ministerios, solo el 28,39% de los cargos son ocupados por mujeres. En el ámbito empresarial público, la presidencia de empresas públicas es ocupada por mujeres en tan solo un 17,14% de los casos. Estas cifras reflejan una clara brecha de género en los puestos de mayor jerarquía. En el ámbito político, la situación no es diferente. Tras las elecciones subnacionales del 2022, solo 2 gobernadoras, 8 alcaldesas provinciales y 94 alcaldesas distritales ejercen cargos de elección popular. Estas cifras son significativamente inferiores a las de autoridades masculinas en todos los niveles de gobierno. Uno de los problemas identificados es la concentración de mujeres en puestos de menor jerarquía, a pesar de contar con niveles educativos superiores a los de sus colegas hombres. Esta situación se ve agravada por responsabilidades familiares y de cuidado que recaen mayoritariamente en las mujeres, dificultando su acceso a cargos de mayor responsabilidad. A pesar de los esfuerzos por promover la paridad y la alternancia en los cargos políticos, la resistencia en las organizaciones políticas a impulsar liderazgos femeninos sigue siendo un obstáculo importante. La implementación de cuotas de género y mecanismos de regulación no ha sido suficiente para garantizar una representación equitativa de mujeres en los espacios de poder. Es fundamental que se promueva un cambio de cultura dentro de las cúpulas partidarias para generar espacios inclusivos que permitan el desarrollo de liderazgos femeninos. La experiencia política adquirida por las mujeres que han participado en procesos electorales recientes es valiosa y puede sentar las bases para un mayor empoderamiento y participación en el futuro. En un contexto donde las mujeres representan la mayoría en la fuerza laboral pública, es necesario implementar políticas remunerativas justas y garantizar condiciones laborales equitativas para promover la igualdad de género en todos los niveles de la sociedad. Solo a través de un compromiso real con la equidad de género se podrá avanzar hacia una sociedad más justa y democrática para todas y todos.
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