La rivalidad entre China y EE.UU. marca la geopolítica del Asia Pacífico
La rivalidad entre China y Estados Unidos marca la geopolítica del Asia Pacífico, una región donde también se encuentran Japón, Rusia e India. Ambas potencias buscan aumentar su dominio en la región, lo que ha llevado a conflictos y tensiones. Temas estratégicos y de seguridad como la militarización y nuclearización de la península coreana, el Estrecho de Taiwán y la búsqueda de hegemonía de China en el Mar de China Meridional son puntos de conflicto importantes. Aunque Estados Unidos tiene ventajas geográficas y energéticas, China sigue aspirando a la hegemonía y busca superar la contención aplicada por Estados Unidos. Las perspectivas del equilibrio de poder en Asia Oriental son inciertas, pero existen instituciones y tratados internacionales para disminuir las tensiones y lograr una evolución pacífica de las relaciones en la región.
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La rivalidad entre China y EE.UU. marca la geopolítica del Asia Pacífico, una región que cuenta con la presencia de otras grandes potencias como Japón, Rusia e India. Estas potencias compiten por influencia en la región, y tanto Estados Unidos como China buscan aumentar su dominio.
China ha estado transformando el equilibrio de poder en la región, especialmente desde que se convirtió en la segunda economía mundial. Su expansión de influencia ha llevado a conflictos con Estados Unidos, la potencia prevaleciente en la región.
Los temas estratégicos y de seguridad son muy relevantes en esta rivalidad. La militarización y nuclearización de la península coreana, la situación en el Estrecho de Taiwán, la búsqueda de hegemonía de China en el Mar de China Meridional, los conflictos en las Senkaku y el Mar de China Oriental, la protección ambiental y la seguridad informática son algunos de los principales puntos de conflicto.
A pesar de esto, el equilibrio de poder en Asia Oriental sigue siendo favorable a Estados Unidos por varias razones. Primero, Estados Unidos se encuentra en una posición geográfica ventajosa y sin tensiones, a diferencia de China que es percibida como una amenaza por sus vecinos del sudeste asiático. Además, Estados Unidos tiene una menor dependencia energética y posee control navales en áreas y vías de exportación petrolera clave. Por último, la ventaja demográfica laboral de Estados Unidos aumentará frente a China.
A pesar de esta ventaja, China sigue aspirando a la hegemonía regional y mundial. Su iniciativa del Cinturón y la Ruta es una prueba de esto, ya que busca superar la contención aplicada por Estados Unidos y sus aliados.
Las perspectivas del equilibrio de poder en Asia Oriental son inciertas, pero existen instituciones y tratados internacionales a los que los actores pueden recurrir para disminuir las tensiones y lograr una evolución pacífica de las relaciones en la región. Sin embargo, el IISS señala que mejorar la relación entre Estados Unidos y China es limitado debido a sus diferencias ideológicas y geopolíticas.