
Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.




El excongresista Daniel Salaverry se ha pronunciado enérgicamente tras recibir una sentencia de ocho años de prisión por el delito de peculado, dictada por la Sala Penal Especial de la Corte Suprema. Según Salaverry, esta condena no es sino una manifestación de venganza política, orquestada por aquellos que buscan silenciarlo y evitar su participación en la arena política, especialmente en su aspiración a la Gobernación Regional de La Libertad. La controversia en torno a su caso se remonta a 2018, cuando Salaverry decidió renunciar a la bancada de Fuerza Popular. Desde entonces, sostiene que ha sido objeto de un seguimiento judicial que, a su juicio, carece de fundamentos sólidos. En sus declaraciones, el exmandatario del Congreso enfatizó que fue en ese momento cuando comenzaron las denuncias en su contra, lo que evidencia, según su perspectiva, un intento deliberado de eliminarlo de la escena política. La condena no solo implica una severa pena de cárcel, sino también una inhabilitación de cinco años para ejercer cargos públicos, además de una considerable suma que deberá pagar como reparación civil. Salaverry ha argumentado que la acusación se centra en su ausencia durante dos días, lo cual, según él, no justifica la gravedad del cargo de peculado. “En el ámbito laboral, esas ausencias generalmente se resuelven con soluciones administrativas, no con penas de cárcel”, destacó. En un tono desafiante, Salaverry aseguró que su intención de postularse para la Gobernación Regional ha desencadenado reacciones negativas de ciertos sectores del poder, que ven en su candidatura un riesgo para sus intereses. “Mi presencia en la política representa un desafío para aquellos que prefieren mantener el statu quo”, agregó. Esta afirmación ha resonado en un contexto donde la polarización política en el país se hace cada vez más evidente. El excongresista no escatimó en criticar la forma en que se ha llevado a cabo el proceso judicial en su contra. Se mostró convencido de que su caso ha sido manejado de manera irregular y que las motivaciones detrás de la condena son claramente políticas. “Lo que estamos viendo es un uso del poder judicial como herramienta para eliminar a rivales políticos”, sentenció. El impacto de esta sentencia no solo afecta a Salaverry, sino que también plantea interrogantes sobre el estado de la justicia en el Perú, especialmente en un clima donde las acusaciones de persecución política son recurrentes. La percepción de que el sistema judicial podría estar siendo utilizado para fines ajenos a la justicia ha llevado a muchos a cuestionar la imparcialidad de las decisiones que se toman en este ámbito. Salaverry, quien también ha sido un rostro visible en los medios de comunicación, ha manifestado su intención de apelar la decisión judicial, confiando en que la verdad saldrá a la luz. “Voy a seguir luchando y no me dejaré amedrentar. La política necesita voces críticas, y yo estoy dispuesto a ser una de ellas”, afirmó con determinación. Mientras tanto, el contexto político en el Perú sigue siendo turbulento, con constantes cambios y desafíos que afectan tanto a figuras públicas como a la ciudadanía. El caso de Salaverry no es el único que ha suscitado atención, pues otros exfuncionarios también enfrentan situaciones similares, lo que revela un patrón preocupante en la política nacional. Las repercusiones de esta sentencia se sentirán en el futuro inmediato, y muchos observadores están atentos a cómo se desarrollarán los eventos en torno a la candidatura de Salaverry y su posible retorno a la política. La pregunta que queda en el aire es si el excongresista logrará superar estos obstáculos y si su situación será un llamado de atención sobre la necesidad de reformar un sistema que, según él, está siendo manipulado para fines políticos. En medio de este panorama, el excongresista ha reafirmado su compromiso con la justicia y la transparencia en la política, invitando a sus seguidores y a la ciudadanía en general a no rendirse ante las adversidades. La lucha de Salaverry podría ser vista como un símbolo en un país donde la lucha por la justicia y la equidad sigue siendo un desafío constante.