Tensión diplomática: Scholz critica a Vance por apoyo a partido de extrema derecha

Tensión diplomática: Scholz critica a Vance por apoyo a partido de extrema derecha

Scholz critica a Vance por apoyar a la extrema derecha en Alemania, advirtiendo sobre la trivialización del pasado nazi y la libertad de expresión.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Política 15.02.2025
En un episodio que ha sacudido las dinámicas diplomáticas entre Alemania y Estados Unidos, el canciller alemán Olaf Scholz ha criticado fuertemente al vicepresidente JD Vance por su apoyo al partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD). Durante la Conferencia de Seguridad de Múnich, Vance sugirió que Alemania debería revisar su política de no colaboración con la AfD, una postura que Scholz consideró como una violación de los compromisos democráticos del país. Scholz, hablando ante un auditorio compuesto por líderes internacionales, subrayó que cualquier sugerencia de permitir que la AfD ingrese al gobierno alemán trivializa las atrocidades del pasado, especialmente las del régimen nazi. "El compromiso de 'nunca más' no es conciliable con el apoyo a la AfD", afirmó, haciendo hincapié en que Alemania tiene el deber de recordar y aprender de su historia. La intervención de Vance, que se centró en criticar las restricciones a la libertad de expresión en Europa, fue recibida con reacciones mayoritariamente negativas. Scholz no solo defendió las leyes alemanas que prohíben la incitación al odio, sino que además rechazó cualquier injerencia externa en la política interna de Alemania. "Eso no se hace, y menos entre amigos y aliados", enfatizó, reforzando la idea de que Alemania decidirá su propio camino democrático. La controversia se intensificó en un contexto en el que los partidos de extrema derecha están ganando terreno en Europa, aprovechando el descontento por la inmigración y las preocupaciones económicas. Las palabras de Vance y su relación con la AfD generan inquietud entre los líderes europeos, quienes ven en ello una posible reconfiguración de las alianzas transatlánticas que ignoran las estructuras tradicionales. El discurso de Vance también fue contrastado por la intervención del presidente ucraniano Volodímir Zelenski, quien convocó a los líderes europeos a unirse en defensa de su seguridad frente a la agresión rusa. Zelenski instó a los países europeos a tomar mayor responsabilidad en la defensa del continente, sugiriendo la creación de un "Ejército de Europa" que complementara el poder estadounidense. Su discurso apasionado fue celebrado, mientras que el de Vance fue recibido con una atmósfera de desaprobación. El trasfondo de estas tensiones no se limita al ámbito de la política interna alemana, sino que refleja un cambio en la relación entre Estados Unidos y Europa. La reciente amenaza de Trump de imponer nuevos aranceles a los aliados comerciales ha exacerbado la preocupación sobre la dirección de la política exterior estadounidense, dejando a muchos líderes europeos preguntándose sobre su papel en futuras negociaciones con Rusia. Las críticas a Vance han sido respaldadas por figuras de la oposición alemana, incluyendo a Friedrich Merz, quien ha enfatizado la importancia de las normas democráticas en Alemania. Merz argumentó que la libertad de expresión debe ser protegida, pero dentro de los marcos legales que ya existen, y no a expensas de la cohesión social y el respeto por la historia. Mientras tanto, la AfD, que ha sido objeto de vigilancia por parte de los servicios de inteligencia alemanes debido a sus vínculos con el extremismo, continúa ganando apoyo en las encuestas. Esto plantea un dilema para los partidos establecidos en Alemania, quienes se resisten a formar coaliciones con un partido que ha sido asociado con ideologías extremistas y comportamientos antidemocráticos. El rechazo a la AfD se basa en la llamada "barrera cortafuegos", un principio que busca evitar que partidos extremistas accedan al poder. Sin embargo, Vance cuestionó esta política, sugiriendo que las preocupaciones sobre la inmigración y otros problemas sociales son legítimas y deben ser tratadas en el ámbito político. Esto ha llevado a un debate más amplio sobre la naturaleza del discurso político en Europa y cómo los movimientos de extrema derecha están tratando de capitalizar el descontento de la población. La situación en Ucrania también se entrelaza en este contexto. Estados Unidos ha sido un aliado clave para Ucrania en su lucha contra la invasión rusa, pero las recientes declaraciones de Trump han suscitado inquietudes sobre el futuro de este apoyo. Zelenski ha subrayado que cualquier discusión sobre el futuro de Ucrania debe incluir a su liderazgo, enfatizando que el país no debe ser un tema de negociación sin su participación. A medida que las elecciones se acercan en Alemania, el eco de las críticas a Vance resuena entre los votantes y los políticos. La forma en que se desarrollen estas dinámicas no solo influirá en el futuro político de Alemania, sino también en las relaciones transatlánticas y la estabilidad en Europa. La respuesta de Scholz y otros líderes europeos podría definir el rumbo de la política en el continente durante los próximos años.
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