Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En una nación que enfrenta graves desafíos económicos, Ghana se encuentra al borde de una significativa transición política. El presidente de 80 años, Nana Akufo-Addo, está a punto de renunciar el 7 de enero, dejando un panorama político propenso al cambio. Su sucesor preferido, el vicepresidente Mahamudu Bawumia, se enfrenta a un formidable desafío del ex presidente John Dramani Mahama, del opositor Congreso Nacional Democrático (N.D.C.), en las elecciones programadas para el sábado. Ghana, celebrada como el mayor productor de oro de África, está experimentando actualmente lo que muchos analistas califican como la peor crisis económica en una generación. La agitación económica se ve acentuada por una inflación descontrolada, una creciente deuda nacional y un aumento en el costo de vida que ha dejado a muchos ghaneses luchando por llegar a fin de mes. La pobreza ha aumentado, con aproximadamente 850,000 ciudadanos adicionales empujados a la precariedad a medida que los estándares de vida han disminuido drásticamente. A medida que los ghaneses se preparan para acudir a las urnas, la elección ante ellos es clara. Por un lado está Mahama, un ex líder de 66 años que busca un regreso tras su destitución hace ocho años, y por el otro está Bawumia, de 61, quien ha pasado los últimos ocho años a la sombra del presidente Akufo-Addo. Ambos candidatos provienen de la históricamente marginada región norte de Ghana, una dinámica significativa en la nación predominantemente cristiana. A pesar de esto, los analistas creen que hay pocas diferencias ideológicas entre los dos candidatos o sus respectivos partidos: el gobernante Partido Nuevo Patriótico (N.P.P.) y el N.D.C., cada uno de los cuales ha gobernado Ghana durante 16 años desde la reintroducción de la política multipartidista en 1992. Los problemas urgentes en la mente de los votantes incluyen la economía, la degradación ambiental debido a prácticas mineras ilegales y el creciente descontento juvenil. Los jóvenes ghaneses se han movilizado contra los efectos devastadores de la minería ilegal, conocida localmente como “galamsey”, que no solo ha contaminado las fuentes de agua potable, sino que también ha destruido vastas extensiones de tierra. Con más de 700,000 votantes primerizos registrados, hay una energía palpable entre los jóvenes. Muchos están ansiosos por el cambio, alimentados por la frustración ante la inacción del gobierno sobre problemas apremiantes y un deseo de progreso significativo. Los observadores políticos están monitoreando de cerca el sentimiento entre estos jóvenes votantes, muchos de los cuales están desilusionados y escépticos sobre el impacto de sus votos. Los líderes juveniles han indicado que, aunque la entusiasmo por votar es alto, también hay un número significativo de jóvenes que se sienten marginados y dudan que sus votos conduzcan a un cambio sustancial. La seguridad también es un tema importante en estas elecciones. Ghana ha sido considerada durante mucho tiempo una democracia estable en una región a menudo plagada de disturbios y violencia. Si bien la amenaza inmediata de ataques militantes sigue siendo baja, se ha informado que el país se ha convertido en un refugio para militantes de la región del Sahel, lo que genera preocupaciones sobre una posible inestabilidad. A medida que se acerca la fecha de las elecciones, las encuestas indican que Mahama tiene una oportunidad favorable de recuperar la presidencia. Sin embargo, Bawumia, a pesar de las divisiones internas de su partido y las cargas de los fracasos económicos de la actual administración, se espera que presente un desafío serio. Las elecciones prometen atraer una participación significativa, con más de 18 millones de votantes registrados. La votación se llevará a cabo el 7 de diciembre de 8 a.m. a 5 p.m., con resultados que se anticipan que se anunciarán a lo largo del día, aunque la confirmación oficial puede tardar varios días. Un candidato debe asegurar una mayoría para ganar de manera directa, de lo contrario, se llevará a cabo una segunda vuelta dentro de los 20 días. A medida que Ghana enfrenta este momento pivotal, el resultado de las elecciones podría reconfigurar fundamentalmente el futuro de un país que anhela la recuperación económica y la estabilidad política.