El modelo de gobierno de mano dura en El Salvador: ¿un ejemplo replicable en América Latina?

El modelo de gobierno de mano dura en El Salvador: ¿un ejemplo replicable en América Latina?

El modelo de gobierno de mano dura implementado por el presidente Bukele ha reducido la delincuencia en El Salvador, pero expertos advierten que no puede ser replicado en otros países de América Latina debido a las circunstancias únicas de cada nación.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Política 09.02.2024
El modelo de gobierno de mano dura implementado por el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha llamado la atención de otros líderes de América Latina que buscan combatir la delincuencia en sus países. Sin embargo, expertos advierten que el éxito de Bukele en la reducción de la tasa de delincuencia no puede ser replicado en otras naciones de la región. Durante las recientes elecciones en El Salvador, Bukele se adjudicó una victoria aplastante, afirmando haber obtenido más del 85% de los votos. Si estos resultados se mantienen en el conteo oficial, sería una victoria sin precedentes, superando incluso a populistas como Hugo Chávez y Evo Morales. El ascenso de Bukele se explica en gran medida por la impresionante reducción en la tasa de homicidios en el país. Desde que asumió la presidencia en 2019, la tasa de homicidios ha disminuido de 38 por cada 100,000 habitantes a 7.8 en 2022, muy por debajo del promedio de América Latina. Esto se debe a las medidas enérgicas implementadas por el gobierno para desmantelar las pandillas criminales que han aterrorizado al país durante décadas. Sin embargo, estas medidas han tenido un alto costo en términos de derechos humanos, libertades civiles y democracia en El Salvador. Desde marzo de 2022, se han encarcelado aproximadamente a 75,000 personas y uno de cada 45 adultos se encuentra en prisión. Esto ha llevado a un debate en otros países de la región sobre la posibilidad de adoptar medidas similares. A pesar de la tentación de replicar el modelo de Bukele, los expertos argumentan que las condiciones únicas de El Salvador son fundamentales para su éxito. Las mismas medidas drásticas podrían no tener los mismos resultados en otros países, ya que las circunstancias y desafíos de cada nación son diferentes. En resumen, aunque el modelo de Bukele ha logrado reducir la delincuencia en El Salvador, su aplicabilidad en otros países de América Latina es incierta. Las condiciones que han permitido su éxito son únicas y no pueden ser fácilmente replicadas en otras naciones.
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