Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Política 30.01.2024
Imran Khan, antes considerado como un salvador por el establecimiento militar de Pakistán, se ha convertido ahora en su némesis. Después de ser destituido del poder, el partido de Khan se enfrenta a una represión, lo que ha provocado que el país se paralice. A pesar de que la nación enfrenta inflación y cortes de energía, el enfoque sigue estando en el próximo movimiento de Khan y en cómo el ejército puede contenerlo.
El arresto de Khan provocó que sus seguidores iniciaran protestas en los cuarteles militares, irrumpiendo en la sede del ejército y saqueando la casa de un general de alto rango. Sin embargo, este conflicto parece más una pelea de amantes que una revolución.
No es raro que los primeros ministros paquistaníes choquen con el ejército, y líderes anteriores como Zulfikar Ali Bhutto y Nawaz Sharif han enfrentado graves consecuencias. En el caso de Khan, sus seguidores invadieron áreas de cuarteles para exponer los lujosos estilos de vida de los generales militares.
Khan ha acusado a funcionarios militares, incluyendo al jefe de estado mayor, de intentar aplastar a su partido. También ha mencionado a personas responsables de un intento de asesinato fallido en su contra. Estas acciones han polarizado al establecimiento, generando divisiones dentro del ejército y el poder judicial.
A pesar de enfrentar numerosos cargos, Khan sigue en libertad debido a esta división interna. Ha logrado obtener el apoyo de una amplia base de seguidores que despreciaba la política antes de su aparición. Sin embargo, su destitución del poder ha fortalecido a sus seguidores, muchos de los cuales son jóvenes e inexpertos políticamente.
Si bien los ataques de Khan contra el liderazgo del ejército pueden no ser un intento de limitar sus poderes, él desea contar con su apoyo como lo tuvo antes. Los recientes disturbios han llevado al ejército a tomar una postura en contra de Khan, recurriendo a casos de corrupción, detenciones masivas y partidos religiosos para contrarrestarlo.
El ejército también está buscando simpatizantes dentro de sus filas, arrestando a personas como Khadija Shah, una diseñadora de moda y activista política. Al apuntar a Shah, el ejército pretende disuadir a las familias militares de apoyar a Khan.
En respuesta, el partido de Khan enfrenta presión, con algunos líderes de alto rango abandonando debido a su enfoque confrontacional hacia el ejército. A lo largo de este conflicto, son los paquistaníes comunes quienes continúan sufriendo.
El destino de Imran Khan sigue siendo incierto, pero la lucha de poder entre él y el ejército continúa impactando a la nación.
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