Profunda crisis política en Irlanda del Norte se agrava con histórica huelga de trabajadores públicos.

Profunda crisis política en Irlanda del Norte se agrava con histórica huelga de trabajadores públicos.

Irlanda del Norte enfrenta una grave crisis política que se ha agravado con la mayor huelga en los últimos 50 años. Más de 170 mil trabajadores públicos salieron a las calles para exigir mejoras salariales al Gobierno autónomo, que lleva suspendido más de dos años debido al rechazo del unionismo probritánico a los acuerdos del Brexit. Los manifestantes expresaron su frustración hacia Londres y los políticos locales por no resolver la crisis. La huelga coincide con la fecha límite impuesta por el ministro británico para formar un Gobierno de poder compartido, pero el Partido Democrático Unionista mantiene su veto. La falta de acuerdo y las escasas perspectivas de lograr uno antes de la fecha límite hacen que la situación sea incierta y la crisis de gobierno se agrave.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Política 18.01.2024
Irlanda del Norte se encuentra sumida en una profunda crisis política desde febrero de 2022, y ahora la situación se ha agravado aún más con la mayor huelga convocada en la región en los últimos 50 años. Más de 170 mil trabajadores públicos salieron a las calles para exigir mejoras salariales al Gobierno autónomo, que lleva suspendido más de dos años debido al rechazo del unionismo probritánico a los acuerdos del Brexit. Los manifestantes, en su mayoría funcionarios, expresaron su frustración tanto hacia Londres como hacia los políticos locales, quienes no han logrado cerrar pactos y resolver la crisis. La huelga coincide con la fecha límite impuesta por el ministro británico para la región, Chris Heaton-Harris, quien exigió a los partidos formar un Gobierno de poder compartido antes de la medianoche. Sin embargo, el Partido Democrático Unionista (DUP), la segunda fuerza política, ha mantenido su veto. Los huelguistas acusan a Heaton-Harris de utilizarlos como peones para presionar a los partidos políticos, ya que en diciembre ofreció un paquete de ayuda de 3.300 millones de libras esterlinas a cambio de un acuerdo de gobierno. Tanto los sindicatos como los partidos sostienen que Londres tiene los fondos necesarios para satisfacer las demandas de los funcionarios, mientras que el ministro argumenta que los salarios son competencia del Gobierno autónomo. Otro punto de conflicto para los manifestantes es el DUP, liderado por Jeffrey Donaldson, quien rechazó la elección de un nuevo presidente de la Asamblea. Este proceso requiere el consenso del bloque unionista y nacionalista, según lo establecido en el acuerdo de paz del Viernes Santo de 1998. Con este veto, se suspendió automáticamente el siguiente paso, que consistía en presentar a los candidatos para los cargos principales del Gobierno. El líder del partido nacionalista Sinn Féin, Michelle O'Neill, instó al DUP a unirse al Gobierno de poder compartido y apoyar a los trabajadores. Sin embargo, Donaldson se niega a formar gobierno con el Sinn Féin debido a su postura a favor de la reunificación de Irlanda. El DUP busca más garantías del gobierno británico y aún desea seguir negociando, a pesar de que las conversaciones han terminado según Heaton-Harris. Ante la falta de acuerdo y las escasas perspectivas de alcanzarlo antes de la fecha límite, el ministro británico ha advertido que tomará medidas pragmáticas y razonables para apoyar a la región. Incluso ha mencionado la posibilidad de introducir legislación de emergencia para dar más tiempo a los partidos y retrasar la convocatoria de nuevas elecciones autonómicas. La situación en Irlanda del Norte sigue siendo incierta y la crisis de gobierno se agrava con la mayor huelga en 50 años.
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