El impulso de Putin por reescribir la historia atrapa a un juez lituano retirado: La preocupante persecución de aquellos que responsabilizan a los rusos.

El impulso de Putin por reescribir la historia atrapa a un juez lituano retirado: La preocupante persecución de aquellos que responsabilizan a los rusos.

La campaña de Putin para reescribir la historia ha atrapado a una jueza lituana jubilada, Kornelija Maceviciene, quien había dictado sentencias de culpabilidad contra antiguos oficiales soviéticos involucrados en una brutal represión en 1991. Esta represión resultó en la muerte de 14 manifestantes y en cientos de heridos durante la lucha de Lituania por la independencia. Rusia, bajo el liderazgo de Putin, ha estado reescribiendo los libros de historia, castigando a los historiadores y ahora apuntando a jueces y fiscales involucrados en responsabilizar a los rusos por sus acciones. Esta persecución es parte de un esfuerzo más amplio para reescribir la historia de 1991, desacreditar a los involucrados y disuadir a otros de buscar justicia. Lituania ve esto como una cuestión de seguridad nacional, ya que los grupos pro-Kremlin en los Estados Bálticos podrían buscar ayuda en Moscú.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

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Política 04.01.2024
La campaña de Putin para reescribir la historia atrapa a una jueza lituana retirada El año pasado, cuando la Corte Penal Internacional emitió una orden de arresto contra el presidente Vladimir V. Putin de Rusia, una jueza retirada de 70 años en Lituania se vio en la mira de un tribunal de Moscú. La jueza, Kornelija Maceviciene, había dictado sentencias de culpabilidad contra antiguos oficiales soviéticos involucrados en una brutal represión contra manifestantes proindependencia en 1991. Esta represión causó la muerte de 14 manifestantes y heridas a cientos más. Las sentencias de culpabilidad contra los rusos han puesto a la Sra. Maceviciene en la mira de las autoridades rusas que buscan reescribir la historia de la caída de la Unión Soviética. Bajo el liderazgo de Putin, Rusia ha hecho grandes esfuerzos para presentarse como víctima de las potencias occidentales y "fascistas" extranjeras. Han reescrito libros de historia y castigado a historiadores que descubren los crímenes pasados de Moscú. Ahora, están apuntando a jueces y fiscales involucrados en casos que responsabilizan a los rusos por sus acciones. La persecución de jueces y fiscales es parte de una campaña más amplia para reescribir la historia de 1991, desacreditar a los involucrados y sembrar el miedo entre aquellos que podrían intentar responsabilizar a los ciudadanos rusos por sus acciones. Lituania, la primera república soviética en declarar su independencia de Moscú, ha estado a la vanguardia de los esfuerzos por responsabilizar a los involucrados en la represión de 1991. De los 67 acusados condenados en 2019, solo dos comparecieron ante el tribunal, mientras que el resto fue encontrado culpable en ausencia. La persecución de jueces y fiscales por parte de Rusia no solo es un intento de reescribir la historia, sino también una operación psicológica para disuadir a otros de intentar responsabilizar a los rusos por crímenes de guerra, incluidos los cometidos en Ucrania. Lituania ve la búsqueda de justicia como una cuestión de seguridad nacional, ya que los grupos prorrusos en los Estados Bálticos podrían potencialmente pedir ayuda a Moscú. La jueza retirada, la Sra. Maceviciene, está alarmada de que ahora Rusia esté tratando de editar hechos históricos y castigarla por su papel en la adjudicación de los eventos de 1991. Ella no es la única que enfrenta consecuencias; también se está persiguiendo a fiscales y agentes de policía lituanos activos en investigaciones internacionales de crímenes de guerra en Ucrania. La persecución de jueces, fiscales y otros funcionarios involucrados en los casos contra Putin y los antiguos oficiales soviéticos es un claro mensaje de Rusia: no olvidarán a aquellos que se opongan a ellos.
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