Trump y sus abogados luchan por desestimar cargos federales por conspirar contra elecciones de 2020
Donald Trump y sus abogados están argumentando que el expresidente es inmune a los cargos federales en su contra por conspirar para anular los resultados electorales de 2020. Alegan que las acciones tomadas durante su presidencia están protegidas por la inmunidad presidencial. Los abogados también advierten que la acusación contra Trump podría socavar la confianza en el sistema judicial. Sin embargo, la jueza de distrito Tanya Chutkan ya ha rechazado este argumento, afirmando que la inmunidad presidencial no evita la responsabilidad penal. El caso ahora se encuentra en un tribunal de apelaciones. Por su parte, los fiscales federales sostienen que Trump violó la ley al conspirar para interrumpir el recuento de votos y presionar a Mike Pence. Además, se alega que participó en un complot para crear listas de electores falsos. Aunque los abogados de Trump argumentan que estaba preocupado por el fraude electoral, no se ha encontrado evidencia que respalde estas afirmaciones. En una llamada telefónica revelada recientemente, Trump presionó a funcionarios electorales en Michigan para que no certificaran la victoria de Biden en el estado.
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Donald Trump y sus abogados están luchando para desestimar los cargos federales en su contra por conspirar para anular los resultados de las elecciones de 2020. Según los abogados de Trump, el expresidente es inmune a los cargos ya que las acciones en cuestión fueron tomadas mientras ocupaba el cargo de presidente. En un documento presentado ante el tribunal de apelaciones, los abogados argumentan que Trump no puede ser considerado responsable de las acciones tomadas durante su presidencia, ya que estaban dentro de su papel como presidente. Los abogados también afirman que la acusación contra Trump podría tener consecuencias históricas y socavar la confianza de los ciudadanos estadounidenses en el sistema judicial.
La cuestión de la inmunidad presidencial es crucial para los procedimientos legales que esperan a Trump en el próximo año. La jueza de distrito estadounidense Tanya Chutkan ya ha rechazado el argumento de la inmunidad presidencial, afirmando que la oficina de la presidencia no otorga un pase vitalicio para evitar la cárcel. Ahora, el caso está ante un tribunal de apelaciones, que decidirá si confirma o anula la decisión de Chutkan.
Los abogados de Trump argumentan que todas las acciones de las que se le acusa son actos presidenciales "por excelencia". Afirman que Trump estaba defendiendo la integridad de las elecciones federales al instar al Departamento de Justicia a investigar las denuncias de fraude electoral y al decirles a los funcionarios electorales estatales que creía que las contiendas estaban contaminadas por irregularidades. Además, los abogados sostienen que Trump no puede ser procesado penalmente por una conducta por la que ya fue acusado y absuelto por el Congreso.
Por otro lado, los fiscales federales argumentan que Trump violó la ley al conspirar para interrumpir el recuento de votos electorales y presionar al entonces vicepresidente Mike Pence para que no certificara los resultados. También se alega que participó en un complot para organizar listas de electores falsos en estados disputados ganados por Biden. Aunque los abogados de Trump han afirmado que tenía buenas intenciones al preocuparse por el fraude electoral, no se ha encontrado evidencia que respalde estas afirmaciones.
En una llamada telefónica revelada recientemente, se informa que Trump presionó a funcionarios electorales en Michigan para que no certificaran la victoria de Biden en el estado. En la llamada, Trump les dijo a los funcionarios que no firmaran la certificación y los instó a "luchar por nuestro país". Esta llamada es similar a las tácticas utilizadas por Trump en Georgia.