Los legisladores se preparan para afrontar una creciente crisis a medida que el Congreso regresa: cierres de gobierno, divisiones en la frontera y batallas por la financiación se avecinan en enero.
Los legisladores en el Congreso sienten la presión mientras se preparan para una serie de crisis en enero. El gobierno debe ser financiado en cuestión de días para evitar un cierre, y otro cierre se avecina solo semanas después. La situación se complica por las profundas divisiones entre republicanos y demócratas en el manejo de las crisis en la frontera sur. Además, las divisiones internas dentro de cada partido aumentan el caos. Los legisladores temen que el históricamente improductivo 118º Congreso solo empeore las cosas. La Cámara de Representantes y el Senado chocan en cuanto a los niveles de gasto, con fechas límite para el cierre acercándose. Las negociaciones no han dado lugar a avances y las perspectivas para un paquete de ayuda de emergencia son inciertas. La próxima temporada electoral también puede complicar las cosas.
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Los legisladores en el Congreso están cada vez más preocupados por las crecientes crisis que les esperan en enero, cuando regresen de las vacaciones. El gobierno debe ser financiado en cuestión de días para evitar un cierre, y unas semanas después, se avecina otro cierre. Las profundas divisiones entre republicanos y demócratas con respecto al manejo de las crisis en la frontera sur complican aún más las cosas. Además, existen divisiones internas dentro de cada partido, con líderes republicanos de la Cámara y el Senado en desacuerdo sobre la estrategia de gasto, y un número creciente de demócratas exigiendo condiciones para la ayuda a Israel y la financiación de los palestinos desplazados. Los legisladores temen que el históricamente improductivo 118º Congreso lleve al país a una crisis aún más profunda.
La Cámara de Representantes y el Senado están en conflicto sobre los niveles de gasto para el próximo año, con la primera fecha límite de cierre el 19 de enero y la segunda el 2 de febrero. Las negociaciones entre los encargados de asignaciones y los líderes no han dado resultados. El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, ha declarado que no buscará una solución temporal para mantener el gobierno abierto, lo que ha generado expectativas de que el liderazgo republicano de la Cámara buscará una extensión de financiamiento gubernamental para todo el año. Sin embargo, este plan ya ha enfrentado oposición de los principales republicanos en el Senado, quienes creen que tendría efectos perjudiciales, especialmente en defensa. Los líderes republicanos en la Cámara también están bajo presión de su flanco derecho para buscar recortes más profundos en una resolución provisional, lo que agrava aún más la división entre las cámaras.
Las perspectivas de un paquete de ayuda de emergencia también son inciertas. A pesar de las negociaciones, no se llegó a un acuerdo bipartidista sobre el paquete de seguridad fronteriza antes de Navidad, lo cual es crucial para inyectar más ayuda a Ucrania. La temporada electoral puede dificultar la obtención del apoyo republicano en el Congreso para cualquier plan bipartidista, especialmente si el presidente Donald Trump se opone. Los funcionarios de la administración Biden han advertido que los fondos para Ucrania se están agotando y no hay garantías de que Johnson esté dispuesto a presentar un paquete que contenga medidas sólidas de seguridad fronteriza. Además, los demócratas pueden enfrentar presiones para añadir más asistencia humanitaria para los palestinos, una medida que podría enfrentar resistencia de la derecha.