El choque de Israel con la ONU: las relaciones caen en picada a medida que las llamadas a un alto el fuego generan indignación.
Las relaciones de Israel con las Naciones Unidas han alcanzado un nuevo punto bajo después de un acalorado intercambio esta semana. El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, utilizó el Artículo 99 de la Carta de la ONU para pedir un alto el fuego en Gaza, lo que enfureció a los diplomáticos israelíes que se oponen firmemente a ello. El embajador de Israel ante la ONU, Gilad Erdan, y su equipo llevaron estrellas de David amarillas como protesta por la supuesta inacción de la ONU, mientras que el Ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Eli Cohen, se negó a reunirse con Guterres y pidió su renuncia. Las críticas de Israel también se extienden a otras agencias de la ONU. Aunque algunos argumentan que la retórica anti-ONU no es la mejor respuesta, las tensiones continúan en aumento.
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Las relaciones de Israel con las Naciones Unidas han alcanzado su punto más bajo después de un acalorado intercambio entre ambas partes que se intensificó esta semana. El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, utilizó una herramienta raramente invocada para pedir un alto el fuego en Gaza, lo que causó indignación entre los diplomáticos israelíes. Esta medida, bajo el Artículo 99 de la Carta de las Naciones Unidas, permite al jefe de la ONU plantear cualquier problema que pueda amenazar la paz y la seguridad internacionales. Israel se opone firmemente a un alto el fuego, argumentando que necesita continuar su ofensiva en Gaza para eliminar a Hamas.
Los diplomáticos israelíes han hecho grandes esfuerzos para denunciar a la ONU, con el embajador de Israel ante la ONU, Gilad Erdan, y su personal vistiendo estrellas de David amarillas para protestar lo que perciben como la inacción de la ONU. El Ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Eli Cohen, se ha negado a reunirse con Guterres y ha pedido repetidamente su renuncia. La disputa de Israel con la ONU se extiende más allá del secretario general, con críticas dirigidas a la Organización Mundial de la Salud, ONU Mujeres y el Relator Especial de la ONU para los Territorios Palestinos Ocupados. Se espera que el Consejo de Seguridad de la ONU celebre una reunión de emergencia para discutir la crisis, pero si bien la carta de Guterres puede no cambiar las dinámicas políticas, puede crear más urgencia para la acción diplomática.
Israel ha acusado a la ONU de parcialidad en su contra y ha pedido públicamente la renuncia de Guterres. El jefe de la ONU ha condenado el ataque de Hamas, pero también ha reconocido que no ocurrió "en el vacío" y ha citado la ocupación de larga data de los palestinos. La crítica de Israel se extiende a la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA), a la que acusa de incitación contra Israel. Periodistas israelíes han amplificado historias cuestionando el papel de la UNRWA en la guerra, algo que la agencia ha negado repetidamente. A pesar de estas tensiones, la ex embajadora de Israel, Gabriela Shalev, argumenta que la retórica anti-ONU no es la mejor forma de que Israel responda.