Brexit y la Influencia de Trump: Las Divisiones Partidistas en el Reino Unido y Estados Unidos se Descontrolan.
En medio de una ola de agitación política, tanto Gran Bretaña como Estados Unidos están experimentando divisiones partidistas que parecen estar fuera de control. El miércoles, Robert Jenrick, un ministro conservador de línea dura, renunció al gobierno británico en protesta por su nueva política de inmigración. Mientras tanto, en Washington, Kevin McCarthy, el republicano de California que fue destituido como presidente de la Cámara de Representantes por sus colegas de derecha en octubre, anunció su renuncia al Congreso. Estas amargas salidas destacan la interconexión de las tormentas populistas desatadas por el Brexit y Donald J. Trump.
El Partido Conservador en el Reino Unido y el Partido Republicano en Estados Unidos tienen similitudes sorprendentes. Ambos partidos se han dividido profundamente, se han radicalizado y son casi inmanejables para sus líderes. Sin embargo, hay diferencias entre los dos. El primer ministro británico Rishi Sunak sigue en el poder como líder del partido conservador, aunque enfrenta desafíos desde dentro de su partido. Los republicanos, por otro lado, parecen estar firmemente bajo la influencia de Trump, y muchos lo ven como su mejor oportunidad de recuperar la Casa Blanca.
En cuanto a las políticas, la introducción de Sunak de una ley de asilo revisada que anula la Corte Suprema y pasa por alto ciertas leyes de derechos humanos ha decepcionado tanto a los centristas del partido como a sus miembros más de derecha. De manera similar, McCarthy ha tenido dificultades para unir a los republicanos de la Cámara de Representantes en temas controvertidos como evitar un cierre del gobierno. Las comparaciones entre los conservadores y los republicanos no han pasado desapercibidas para los analistas políticos, quienes han observado los paralelismos desde la votación del Brexit en 2016. Las preocupaciones sobre la inmigración y
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En medio de una ola de agitación política, tanto Gran Bretaña como Estados Unidos están experimentando divisiones partidistas que parecen estar fuera de control. El miércoles, Robert Jenrick, un ministro conservador de línea dura, renunció al gobierno británico en protesta por su nueva política de inmigración. Mientras tanto, en Washington, Kevin McCarthy, el republicano de California que fue destituido como presidente de la Cámara por sus colegas de derecha en octubre, anunció su renuncia al Congreso. Estas amargas salidas destacan la interconexión de las tormentas populistas desatadas por el Brexit y Donald J. Trump.
El Partido Conservador en el Reino Unido y el Partido Republicano en Estados Unidos tienen similitudes sorprendentes. Ambos partidos se han dividido profundamente, se han radicalizado y resultan casi incontrolables para sus líderes. Sin embargo, existen diferencias entre los dos. El primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, sigue en el poder como líder tory, aunque enfrenta desafíos desde dentro de su partido. Los republicanos, por otro lado, parecen estar firmemente bajo la influencia de Trump, y muchos lo consideran su mejor oportunidad de recuperar la Casa Blanca.
En cuanto a la política, la introducción de una ley de asilo revisada por parte de Sunak que anula la Corte Suprema y pasa por alto ciertas leyes de derechos humanos ha decepcionado tanto a los centristas del partido como a sus miembros más de derecha. De manera similar, McCarthy ha tenido dificultades para unir a los republicanos de la Cámara en temas controvertidos como evitar un cierre del gobierno. Los paralelismos entre los conservadores y los republicanos no han pasado desapercibidos para los analistas políticos, que han observado las similitudes desde el voto del Brexit en 2016. Las preocupaciones sobre la inmigración y la soberanía nacional que electrizaron el debate del Brexit siguen siendo relevantes, al igual que Trump ha movilizado a su base en torno a los temores de los migrantes cruzando la frontera de Estados Unidos.
El Partido Conservador en el Reino Unido teme ser superado por la derecha por Reform UK, un partido marginal liderado por Nigel Farage, quien ha convertido la inmigración en un tema altamente emotivo. Los conservadores también utilizan la inmigración como un medio para diferenciarse del Partido Laborista de oposición. Sin embargo, los intentos de Sunak de explotar la seguridad fronteriza en las próximas elecciones generales han fracasado, ya que una facción de su partido ahora ve el problema desde una perspectiva ideológica en lugar de pragmática. Este desorden en el Partido Conservador incluso ha generado discusiones sobre un desafío de liderazgo contra Sunak, recordando los desafíos enfrentados por McCarthy. Con los conservadores habiendo cambiado de líder varias veces en los últimos años, otro cambio pondría a prueba la paciencia del público británico y podría llevar a exigir unas elecciones generales rápidas.
Los paisajes políticos tanto en el Reino Unido como en Estados Unidos comparten la característica común de profundas divisiones ideológicas y animosidad política, a pesar de sus respectivas diferencias en tono y estilo de debate. En última instancia, las tormentas populistas del Brexit y Trump siguen moldeando las trayectorias del Partido Conservador y el Partido Republicano, dejando a sus líderes enfrentando los desafíos de gestionar partidos cada vez más incontrolables.