Giro inesperado de los acontecimientos en Rusia: ¿Es este el principio del fin para Putin? Exilio, traición y vulnerabilidad de Putin revelados en 36 horas. ¡Aguántense en sus asientos!
Bueno, amigos, las cosas en Rusia acaban de dar un giro salvaje. En tan solo 36 horas, una serie de eventos se desarrollaron que podrían señalar el comienzo del fin para el presidente Putin. Todo comenzó con Yevgeny Prigozhin, un leal secuaz convertido en traidor, quien afirmó que sus propias tropas fueron atacadas en un bombardeo aéreo. Luego rápidamente tomó el control de una importante ciudad militar sin enfrentar ninguna resistencia y comenzó a marchar hacia Moscú. Pero justo cuando parecía que estaba a punto de asaltar la capital, dio un giro sorprendente y buscó exilio en Bielorrusia. Y la trama se espesa: el presidente de Bielorrusia, a quien Putin no le agrada particularmente, medió todo el acuerdo. ¡Vaya giro argumental!
Ahora, no soy alguien que crea fácilmente todo lo que escucho, especialmente cuando se trata de desinformación difundida por personas como Prigozhin. El intento del Kremlin de cerrar cabos sueltos también es sospechoso. Quiero decir, las tropas de Prigozhin estaban a las puertas de Moscú hace dos horas, ¿y ahora de repente todo está perdonado? Definitivamente hay algo sospechoso aquí, amigos.
Pero la verdadera lección de este drama es la vulnerabilidad de Putin. Por primera vez en sus 23 años de reinado, parece débil y expuesto. Y déjenme decirles, eso no es una buena imagen para alguien que ha acumulado muchos enemigos a lo largo de los años. Solo podemos especular sobre lo que viene a continuación, pero una cosa es segura: esto es solo el comienzo del fin para Putin.
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar
asesoramiento y
gestión comercial en el ámbito de seguros y
reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Bueno, amigos, abróchense los cinturones porque las cosas en Rusia acaban de dar un giro salvaje. En el lapso de solo 36 horas, presenciamos una serie de eventos que podrían marcar el comienzo del fin para el presidente Putin. Es como un extraño reality show del que no puedes apartar la mirada.
En primer lugar, tenemos a este leal secuaz, Yevgeny Prigozhin, que aparentemente se volvió en contra de la invasión de la que formaba parte, afirmando que sus propias tropas fueron atacadas en un bombardeo aéreo. Luego, de la nada, toma el control de una importante ciudad militar sin encontrar resistencia y comienza a marchar hacia Moscú. Pero justo cuando crees que está a punto de tomar la capital, da un giro completo y opta por el exilio en Bielorrusia. Y lo que es más, el presidente de Bielorrusia, a quien Putin parece no gustarle mucho, medió todo este asunto. ¡Vaya vuelco argumental!
Ahora bien, no suelo confiar en todo lo que escucho, especialmente cuando se trata de desinformación difundida por personas como Prigozhin. Y los intentos del Kremlin por cerrar este episodio son igualmente sospechosos. Quiero decir, dos horas antes, las tropas de Prigozhin estaban a las puertas de Moscú, ¿y ahora de repente todo está perdonado? Algo huele mal aquí, amigos.
Pero lo realmente importante de todo esto es la vulnerabilidad de Putin. Por primera vez en sus 23 años de reinado, se ve débil y expuesto. Y déjenme decirles que eso no es una buena imagen para un tipo que ha acumulado muchos enemigos a lo largo de los años. Solo podemos adivinar qué vendrá después, pero una cosa es segura: esto es solo el comienzo del fin para Putin.
Y no olvidemos el impacto que este caos podría tener en la guerra en Ucrania. Con la presencia militar de Rusia fluctuando y su liderazgo participando en un juego de gallinas de 24 horas, se puede asegurar que sus posiciones defensivas se han debilitado. Ucrania ya está avanzando, y si Rusia pierde esta batalla que han presentado como una lucha existencial contra la OTAN, el daño a Putin y sus secuaces podría ser irreparable.
Agárrense fuerte, amigos, porque parece que nos espera un camino lleno de baches. Se ha corrido el telón y lo que vemos detrás no es bonito. Un mundo post-Putin está en el horizonte y se necesitará una fuerza dramática para lograrlo. Quién sabe qué depara el futuro para Rusia y sus ansiosos adversarios, pero una cosa es segura: las últimas 36 horas lo han cambiado todo.